El movimiento chiíta libanés Hezbolá afirmó ayer que reforzará el número de sus combatientes en Siria, en apoyo del ejército de sirio, a una semana de la muerte de su jefe militar, Mustafa Badredin, durante un bombardeo al aeropuerto de Damasco.

“La Resistencia no es uno o dos jefes. Los que mueren serán reemplazados por otros de diferentes generaciones”, dijo el jeque chiita y líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, en una ceremonia conmemorativa por el fallecimiento de Badredin en un barrio del sur de Beirut (foto). El dirigente chiita subrayó en su discurso: “Las cabezas que caen nos llevan a tener una mayor presencia en Siria, donde enviaremos el mayor número de combatientes”. Además, agregó: “Siria es atacada porque se encuentra en el eje de la Resistencia. Si Bashar al Asad anunciara que apoya a los Estados Unidos e Israel, la guerra terminaría”.