Más de 50 civiles murieron ayer en bombardeos en la provincia siria de Idleb (noroeste) y en la ciudad de Alepo (norte), según informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres. Este recrudecimiento de la violencia tuvo lugar horas antes del término de una tregua de 72 horas.

Damasco había decretado un cese del fuego, que no incluía a los grupos yihadistas, con motivo de los festejos al término del mes de ayuno del ramadán. “Al menos 25 civiles, entre ellos cuatro menores, murieron y otros 120 resultaron heridos por disparos de cohetes de los rebeldes contra los barrios del oeste (de Alepo) controlados por el régimen’’, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. La agencia de prensa oficial Sana informó por su parte de 23 muertos y 140 heridos por disparos de cohetes de grupos terroristas que violaron la tregua.

Alepo, dividida desde julio de 2012 en sectores rebeldes (este) y barrios progubernamentales (oeste), es una de las plazas estratégicas del conflicto. También allí, seis civiles, entre ellos tres niños, perdieron la vida en los ataques aéreos del régimen contra un barrio controlado por los rebeldes y la carretera de Castello, precisó el OSDH. “Estos bombardeos violentos de los rebeldes son una respuesta al avance de las fuerzas del régimen hacia la carretera de Castello’’, señaló Abdel Rahman.