EL MUNDO › CONDENARON AL EX PREMIER FRANCES ALAIN JUPPE
Golpe al joker de la derecha
Por Eduardo Febbro
La derecha francesa vio hipotecarse por el momento el futuro de una de sus mejores figuras con porvenir presidencial. El ex primer ministro conservador Alain Juppé y principal “heredero” del actual presidente Jacques Chirac fue condenado ayer a 18 meses de cárcel en suspenso y a una inelegibilidad de 10 años. Al cabo de una maratónica investigación que varias veces rozó al actual jefe del Estado, el Tribunal Correccional de Nanterre acusó a Alain Juppé de haber “encubierto” en la Municipalidad de París a siete personas que estaban oficialmente en la nómina de la Municipalidad pero que en realidad no trabajan para el organismo municipal sino para el partido creado por Jacques Chirac, el RPR.
Este caso es conocido en Francia como el “escándalo de los empleos ficticios” de la Municipalidad y es apenas uno de los lados oscuros de la gestión de la Municipalidad de París en los años en que Chirac era el alcalde y Juppé el responsable de las finanzas. Los jueces que intentaron cercar al actual presidente fracasaron hasta ahora en sus ofensivas, pero lograron dañar la figura de quien aparecía como el candidato presidencial con más posibilidades de ganar las elecciones presidenciales del 2007. Apenas conocida la sentencia, Juppé apeló la decisión y ello hace que la pena quede suspendida temporalmente, sobre todo los 10 años de inelegibilidad. El fallo del Tribunal de Nanterre fue mucho más duro de lo que se esperaba e incluso de lo que el mismo fiscal había pedido. Este sólo reclamó ocho meses de cárcel en suspenso por “defensa ilegal de intereses” y descartó en su alegato la inelegibilidad del acusado. Al final, el Tribunal aplicó una sanción que representa un terremoto para la derecha en el poder y, en lo personal, una amenaza para el presidente francés. Si Juppé se ve obligado a dejar la vida política, esto acarrearía una batalla campal en el seno del partido presidencial que hoy nuclea a la derecha que cierra filas detrás del mandatario, la UMP. El actual ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, es el único personaje que osó poner en tela de juicio el reino absoluto que Chirac ejerce en el seno de la derecha. Juppé era hasta ayer su joker más obediente y, ante todo, el preferido del electorado conservador.
Francis Szpiner, abogado defensor de Juppé, afirmó que la condena del presidente de la UMP (Unión por la Mayoría Presidencial) es “criticable e injusta”. El abogado atacó de frente a la Justicia con un argumento que revela en mucho la impunidad con que los hombres políticos franceses miran a la Justicia. Según Szpiner, con este veredicto la “Justicia se quiere poner por encima de la Justicia”. El abogado aseguró que lo único que quería el tribunal era “separar a Alain Juppé de la vida política”. Lo cierto es que para la Justicia francesa ésta era una de las pocas ocasiones que quedaban para condenar a través de un hombre las viejas prácticas del o RPR. La mayoría de los procesos en curso –coimas, corrupción, financiación con cajas negras, falsas facturas– se perdieron en el olvido o se empantanaron. El escándalo de los empleos ficticios en París llegó a su paroxismo cuando los jueces de instrucción quisieron escuchar como testigo al presidente Jacques Chirac. Esa demanda generó un debate sobre el estatuto penal del presidente de la República pero Chirac escapó al celo de la Justicia gracias al régimen de excepción de que goza el jefe de Estado.