EL PAíS › OYARBIDE ORDENO AMPLIAR LA INDAGATORIA DE MENEM
En marzo, a rendir examen
El ex presidente está acusado de omisión maliciosa en su declaración jurada. Por orden de la Cámara, el juez lo volverá a interrogar. Zulema Yoma fue citada como testigo.
Por Irina Hauser
Lo que empezó con una cuenta secreta en Suiza podría conducir a una red de más cuentas y propiedades en distintas partes del mundo encuadradas en grandes maniobras de lavado de dinero. Con esa hipótesis, el juez federal Norberto Oyarbide llamó por segunda vez a indagatoria al ex presidente Carlos Menem, que tendrá que presentarse el 15 de marzo. Su ex mujer, Zulema Yoma, fue citada como testigo para el 18 de febrero. En base a un pedido del fiscal Carlos Stornelli, el magistrado ordenó también entrecruzamientos de datos sobre bienes y movimientos de fondos en quince países de un listado de 57 personas vinculadas al ex presidente que podrían haber actuado como sus testaferros. Figuran, entre los nombres, su hermano Eduardo, Alberto Kohan, Armando Gostanian, Emir Yoma, Ramón Hernández y buena parte de sus respectivas familias.
Desde que se conoció que Suiza abrió su propia investigación contra Menem y lo incluyó en su lista negra de las llamadas PEP (Political Exposed Persons), los expedientes porteños sobre el patrimonio del riojano despertaron de su siesta. El ministro de Justicia Gustavo Beliz, quien tras empecinadas gestiones y un viaje a la Confederación Helvética logró señales de colaboración más firmes de ese país, también dio su empujón: “Sería una paradoja –advirtió– que Suiza condenara a funcionarios argentinos mientras que la Justicia Federal de nuestro país no alcance al menos una investigación seria en la materia”.
Oyarbide fijó la indagatoria de Menem porque se lo ordenó en diciembre la Sala II de la Cámara Federal. Fue en un fallo que, además, criticaba que hubiera favorecido al ex presidente con “falta de mérito” en relación a la “omisión maliciosa” en su declaración jurada de una cuenta en Suiza que él mismo reconoció. En un reportaje que concedió a la cadena CNN, que motivó una denuncia de la Oficina Anticorrupción (OA), puntualizó que en 1986 abrió una cuenta en la UBS de Ginebra donde tenía 650 mil dólares a nombre de Zulema y Zulemita. Era, dijo, dinero de la indemnización por haber estado preso durante la dictadura. Así, los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun no sólo procesaron al ex presidente por ocultar su cuenta foránea –un delito excarcelable pero que prevé la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos– sino que le indicaron al juez que profundice su investigación. Después Su Señoría le embargó también una casa en La Rioja, donde vive su hermano Amado.
Según Beliz, Suiza tiene detectadas en su territorio tres cuentas ligadas a Carlos Saúl: a la que él mismo admitió, hay que sumarle otra con seis millones de dólares que está a nombre de Hernández, su ex secretario personal, y una tercera de un viejo colaborador de Menem que se llama Héctor Fernández. Sobre estas dos últimas había indicios en otra causa que tiene Oyarbide. El titular de Justicia dijo que los datos que maneja fueron denunciados por las entidades suizas, como acostumbran hacer cuando hay sospechas sobre fondos originados en la corrupción. El gobierno argentino aspira a, tarde o temprano, repatriar los millones.
Más allá de los montos en juego, el fiscal Stornelli busca establecer un mapa de la posible red de testaferros en la que se habría apoyado el ex mandatario para disfrazar su fortuna. Eso podría conducir a otros reservorios de dinero sucio. En rigor, varias de las medidas que pidió esta semana Stornelli reiteran una línea de investigación que había intentado trazar desde un principio en el expediente. Conoce, además, la historia patrimonial de Menem de los tiempos en que intervino –junto con el juez Jorge Urso– en la causa sobre la venta ilegal de armas y la de enriquecimiento ilícito derivada de ella, que terminaron en el juzgado penal económico de Julio Speroni. Ahí siguen.
Cuando Menem declare, justo el día del noveno aniversario de la muerte de su hijo Carlos Junior, le pedirán que precise si tiene más bienes y cuentas en el exterior. Pero las mayores posibilidades de obtener esa información dependerán de la pesquisa en danza. Stornelli pidió, yOyarbide dispuso, conocer las propiedades, sociedades y cuentas en Argentina y en otros quince países y paraísos fiscales (como las islas Vírgenes) de una lista de 57 personas ligadas al entorno del ex presidente. Figuran en la nómina, sus ex secretarios Kohan y Hernández más familiares de ambos, su colaborador Fernández, Zulema y Zulemita, el ex titular de la Casa de la Moneda Gostanian, más algunos parientes, varios Yoma, incluidos Emir y Karim, y un surtido de Menem(s) que llegan al Hermano Eduardo.
Es clave el análisis de los movimientos de fondos de las cuentas ya identificadas y otras a encontrar para establecer de dónde venía el dinero y hacia dónde se dirigía. Pero también están en la mira una serie de empresas llamativas: allegados a la causa creen que, por ejemplo, varios inmuebles que figuran a nombre de sociedades uruguayas, aparentemente manejadas por Zulemita, en realidad fueron compradas por su papi. La realidad es que todas estas presunciones ya dieron vuelta por varios expedientes que nunca llegaron a mucho. En el de Oyarbide ahora se apunta al posible lavado de dinero y falsificaciones de documento. Si por fin avanza podría demostrar si Menem se enriqueció durante su presidencia y cómo lo hizo.