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A la oposición venezolana no le alcanzan las firmas declaradas válidas para solicitar un reférendum revocatorio del mandato de Hugo Chávez. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) informó ayer que 1.832.493 firmas fueron validadas y otras 876.017 están en observación, entonces necesita validar 604.587 de las firmas observadas para alcanzar las 2.437.080 necesarias para concretar la consulta. La cifra prácticamente liquida la posibilidad de que se realice la consulta y acentuará, según coinciden todos los pronósticos, el clima de violencia en que se ha sumido el país durante la última semana. Antes del anuncio, Estados Unidos había elevado la voz contra Venezuela e instado al CNE culminar su tarea de “manera transparente”, al tiempo que acusaba al presidente Chávez de protagonizar “acciones crecientemente antidemocráticas”. El revés a la oposición provocó cacerolazos, bloqueo de calles e incendios de neumáticos en zonas residenciales de Caracas, además del llamado a movlizarse mañana. Mientras, hubo festejos para los seguidores del presidente venezolano.
Francisco Carrasquero, presidente del CNE, explicó que la oposición tendrá que demostrar la autenticidad de las firmas que no fueron validadas que serán sometidas a revisión entre el 18 y el 22 de marzo, en unos mil centros de reparo, distribuidos a lo largo del país. Sólo si alcanza ese objetivo llegará al mínimo de 2,4 millones de firmas que se requieren para convocar al referéndum. La irregularidad por la que se envían es objeto de una fuerte polémica jurídica y política. Estas firmas aparecen en planillas legales, pero los datos de los firmantes (nombre, apellido, cédula de identidad y fecha de nacimiento) fueron asentados por una misma persona. Las autoridades electorales consideran que esto crea una “duda razonable” acerca de su autenticidad. El reglamento no incluía expresamente la obligación de que cada elector escribiera sus datos, pero la publicidad del CNE recomendaba hacerlo. Según el juez electoral Jorge Rodríguez, se quería evitar el forjamiento.
La decisión de enviar a reparo las firmas que tengan esta característica se tomó después de la recolección, por decisión de una mayoría de tres de los cinco jueces del CNE. Durante los cinco días de reparo, los firmantes deberán acudir a centros especialmente habilitados para ratificar su firma. Las que no sean ratificadas quedarán anuladas. La oposición asegura que todas las firmas incluidas en estas planillas son legales, pues el único dato que debía ser asentado por el elector era su firma.
El representante de la OEA, Fernando Jaramillo, y Jennifer McCoy, del Centro Carter, criticaron el proceso de verificación de firmas realizado por el CNE. “Hemos tenido algunas discrepancias con el CNE con los mecanismos del proceso de verificación, en planillas donde fueron aparentemente llenadas con la misma caligrafía. No compartimos el criterio del CNE, porque esta decisión podría afectar el resultado del proceso”, dijo Jaramillo. MCoy apuntó que “nuestro informe” dice que “nuestro criterio es un poco diferente que eso que ha escogido CNE sobre estas firmas. De todas maneras, respetamos la decisión”.
Horas antes del anuncio del CNE, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, había instado a éste a “culminar su tarea de manera oportuna y transparente” y no faltó que expresase “la creciente preocupación” de las autoridades de su país por la situación en el país andino.
El anuncio del CNE había sido aplazado tres veces desde el domingo, lo que ha generado un angustioso suspenso y ha dado excusas a opositores violentos para protagonizar disturbios especialmente en urbanizaciones de clase media y alta. Los focos, caracterizados por quema de basura y neumáticos, se extendieron la noche del lunes hacia zonas del centro y oeste, considerados bastiones del chavismo. Los brotes de violencia han causado ya la muerte de cinco personas por heridas de bala. Al menos tres de ellos cayeron en enfrentamientos entre personas que estaban cerrando calles y otras que intentaban transitar. La oposición acusa a la Guardia Nacional de dos de los decesos. La tarde del lunes, la Disip (policía de Estado) detuvo a Carlos Melo, dirigente de la coalición opositora Coordinadora Democrática, bajo la acusación de poseer dos fusiles automáticos similares a los del ejército y un lote de municiones.
El ministro de Comunicación, Jesse Chacón, señaló que los organizadores de cierres de vías han emplazado francotiradores para disparar contra la Guardia Nacional. También aseguró que en “asambleas de ciudadanos” realizadas en barriadas ricas se han planificado asesinatos selectivos de líderes chavistas de las zonas pobres aledañas. De esta manera se provocarían reacciones violentas para obtener imágenes de guerra civil e ingobernabilidad que permitan invocar la Carta Democrática Interamericana y justificar una intervención extranjera.
La Coordinadora, tras la declaración de Carrasquero, aseguró ayer que tales cifras con manipuladas. “Si se suman las firmas válidas con las objetadas por razones no reglamentarias, se obtiene largamente el mínimo requerido y debe haber referéndum”, dijo el vocero Andrés Velásquez.
La televisión informó que anoche se acentuaban las protestas en el sector comercial de El Rosal y en la avenida Francisco Miranda del distrito del Chacao se encendieron hogueras en medio de cacerolazos y detonaciones. Esta situación se repitió en Macaracuay, más al norte, y en El Cafetal, donde se movilizaron los opositores.