EL MUNDO › INVESTIGAN CONTRATOS DE HALLIBURTON EN IRAN
Los negocios del señor Petróleo
Por Rosa Townsend *
Desde Miami
Un gran jurado federal investiga a Halliburton por negocios de cientos de millones de dólares con Irán, un país en el que las empresas de EE.UU. tienen prohibido operar y al que el presidente George W. Bush ha incluido en el eje del mal. Parte de las ventas se hicieron mientras el vicepresidente Dick Cheney dirigía la empresa, a través de una subsidiaria registrada en las Islas Caimán y establecida en Dubai, información que este diario adelantó en marzo.
El gran jurado ha mandado una citación judicial a Halliburton para que entregue toda la documentación relativa a los negocios con la Empresa Nacional de Petróleo de Irán. Sólo el año pasado, las ventas de equipos petroleros a Teherán ascendieron a 80 millones de dólares. Las operaciones se realizan a través de la subsidiaria Halliburton Products and Services, con sede en Dubai y constituida en el paraíso fiscal de las Islas Caimán en 1975. La empresa iraní es Kala Limited, una subsidiaria de la empresa nacional de petróleo de Irán, controlada por el gobierno de ese país, al que Washington acusa oficialmente de fomentar el terrorismo. En al menos 14 solicitudes de material hechas por Kala a Halliburton, a las que este periódico ha tenido acceso, se detalla claramente que los equipos son para la industria petrolera de Irán. Las solicitudes las enviaba la sucursal de Kala Limited en el número 4 de Victoria Street, Londres, a la sucursal de Dubai, situada en el piso 10 de la torre Al Moosa. Además de Kala Limited, Halliburton negocia con Irán a través de otras tres subsidiarias en el Reino Unido, y una en Suecia. Halliburton insistió el martes a través de su portavoz, Wendy Hall, que “va a cooperar” con el gran jurado, y dio a entender que la investigación está relacionada con la campaña electoral: “Es importante entender, especialmente en el actual clima político, que ésta no es una condena a la compañía sino una vía para averiguar los hechos”.
Los hechos hace meses que los investigaban el Congreso y el Departamento del Tesoro, pero al pasar a manos de un gran jurado federal la pesquisa ha adquirido un carácter “criminal”, con penas de cárcel de 10 años y multas de medio millón de dólares.
Halliburton ha negociado también con Libia y con Irak, cuando Saddam Hussein estaba en el poder. A Irak le vendió equipos para bombeo de agua y repuestos para instalaciones petroleras por un monto de 73 millones de dólares, mientras Cheney era su consejero delegado, entre 1995 y 2000. En 1995, Halliburton pagó una multa de 3,8 millones de dólares por violar el embargo de EE.UU. a Libia vendiéndole equipos petroleros, parte de los cuales eran de doble uso. Cheney presionó al entonces gobierno de Bill Clinton para que suavizara los embargos a Libia e Irán.
Las leyes de EE.UU. son ambiguas, prohíben negociar con países en la lista de estados terroristas, pero dejan abierta una rendija para que empresas de EE.UU. evadan las normas a través de subsidiarias en otros países, siempre que estas sucursales no sean dirigidas por ciudadanos estadounidenses. Estados Unidos impuso un embargo a Irán en 1979, tras la crisis de los rehenes.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.