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Los famosos casetes desaparecidos durante diez años no se encontraron. Al menos hasta ahora siguen en su condición de borrados y desaparecidos. La noticia había sido presentada como la gran novedad del 10º aniversario del atentado contra la AMIA, pero ayer el Gobierno y la AMIA tuvieron que rebobinar. El Gobierno asegura que nunca dijo que encontraron los casetes, sino unos remitos y recibos en los que aparece la firma del comisario Jorge Palacios como el oficial que se llevó las grabaciones. Aunque lo que sí se admitía en Casa Rosada anoche es que tal vez hubo error en la explicación y ello llevó a que Abraham Kaúl (presidente de la AMIA) y los integrantes del Comité Judío Norteamericano (AJC) entendiesen mal. Lo concreto es que de los 66 casetes con escuchas telefónicas de los primeros días no se encontraron los 45 mencionados y ello sigue siendo un de las graves irregularidades de la causa que será señalada por el Tribunal Oral Federal número 3, a cargo del juicio por el atentado.
“Lo que está presentado en la causa son los recibos de quienes se llevaron los casetes”, dio Kirchner. “Hubo un malentendido, pero se aclara la ruta hacia los casetes desaparecidos”, dijo el jefe de Gabinete Alberto Fernández.
En su edición de ayer, este diario dio cuenta de la conferencia de prensa en la que Kaúl, rodeado de dirigentes del AJC, anunció la aparición de los casetes que estaban perdidos desde 1994. Pero en el mismo texto, Página/12 se sorprendió por varios datos llamativos:

- Fuentes de la SIDE señalaban que allí no se habían encontrado las cintas.

- Los hombres de la Policía Federal también dejaron trascender sobre la noche que las grabaciones no aparecieron allí.

- En el Ministerio de Justicia, donde hay una Unidad Especial de Investigación del atentado, tampoco registraban el hallazgo.

- Este diario consultó con Diana Malamud, dirigente de Memoria Activa, que acompañó a los hombres del Ministerio de Justicia en la ardua tarea de revisar, una por una, las 1700 cajas secretas que por orden de Kirchner, se abrieron en la SIDE. Malamud, quien realiza ese trabajo junto a otro familiar, Carlos Susevich, también señaló que no encontraron las cintas.

- Ni los jueces que actuaron en el caso tenían noticias de la aparición de las grabaciones.
Ya desde la semana pasada empezó a circular el rumor –consignado en exclusiva por Página/12 el domingo– de que los casetes estarían a punto de aparecer. En la SIDE hubo informes oficiales, incluso firmados durante el gobierno de Fernando De la Rúa, de que el pago de 400.000 dólares a Telleldín nunca se hizo, que era una mentira. Cuando Kirchner ordenó abrir los archivos e instruyó a los agentes de la SIDE a declarar en el juicio oral, aparecieron todos los datos e informes. Incluso, aparecieron papeles en los que figuran facturas de compra de vinos Luigi Bosca y catering para doce personas destinado a celebrar el pago por la declaración de Carlos Telleldín que consolidó –en la visión del juez Juan José Galeano, el gobierno, la dirigencia de la DAIA y un sector de la SIDE– la acusación contra los policías bonaerenses.
Según pudo reconstruir este diario, el lunes en el despacho presidencial, los dirigentes judíos norteamericanos y los de la AMIA le preguntaron a Kirchner qué acciones tomaría para avanzar en la investigación y castigar las maniobras y la impunidad. El Presidente dijo, al pasar, que aparecieron los remitos de los casetes –está confuso si también dijo que estaban los casetes– firmados por el comisario Palacios, que entonces revistaba en Operaciones Federales y era uno de los policías de mayor confianza de los jueces de Comodoro Py.
–¿Y usted le preguntó por ese hallazgo? –le inquirió a Kaúl el periodista Maximiliano Montenegro en FM Aspen ayer por la mañana.–No, la verdad es que no le pregunté nada porque me quedé perplejo –respondió Kaúl.
Oscar Parrilli, secretario General de la Presidencia, presente en la rueda de prensa, no se percató de que el dato pasó a ser la estrella de la jornada. Es más, la conferencia de prensa fue en las primeras horas de la tarde y el Gobierno lo desmintió recién ayer.
“Kaúl actuó con absoluta buena fe”, dijo ayer Alberto Fernández. Tras el contacto radial de la mañana, el presidente de la AMIA, que tiene buena relación personal con Kirchner y Fernández, mantuvo silencio.
¿Tiene importancia el haber encontrado los remitos que acreditan que Palacios se llevó de la SIDE las grabaciones originales? Se trata de un dato novedoso que apareció en la causa hace menos de un mes después que dejara su puesto un hombre clave en la SIDE, el titular de la Oficina de Observaciones Judiciales (Ojota). Después que cambió el jefe de esa división, los remitos aparecieron. Palacios, que fue recientemente pasado a retiro de la Policía Federal, no queda tampoco como el que hizo desaparecer los casetes, pero sí como el hombre que se los llevó de la SIDE hasta la división Protección del Orden Constitucional (POC), en la Policía Federal. De allí desaparecieron. También en la SIDE, aunque alegan que era por una orden reglamentaria habitual, se borró el contenido de los casetes, de manera que la pérdida fue doble, en ambos lugares.
Como explicó este diario ayer, hay cuatro hipótesis sobre esas cintas, casi seguro grabadas una semana después del atentado:

- Que contenían diálogos entre Telleldín y policías federales sobre negocios sucios y se hicieron desaparecer por eso.

- Que contenía maniobras de Telleldín con gente de la SIDE que estaba instalada en su casa en el momento de las escuchas, una semana después del atentado.

- Que haya alguna llamada de algún sospechoso que pudiera dar alguna pista.

- Que las escuchas sean favorables a Telleldín, lo que iba contra la historia oficial.
El abogado de Memoria Activa, Pablo Jacoby, que insistió una y otra vez en la apertura de los archivos, reflexionó anoche ante este diario: “dirigentes de todo tipo, en especial los de la comunidad judía, se enloquecen cuando llega un aniversario. Creen que tienen que hacer anuncios espectaculares, decir palabras fuertes y dar entender que avanzaron 14 casilleros en el juego. La causa AMIA, en cambio, requiere prudencia, seriedad, trabajo. El Presidente ha dado pasos importantísimos que significaron mucho en el juicio oral, pero tampoco debe impresionarse por esa necesidad de noticias fuertes en los aniversarios. El ejemplo debe ser el del Tribunal Oral que hace tres años, día por día, va juntando pruebas y después dictará su fallo”.