EL MUNDO › PENNSYLVANIA Y OHIO SON LOS CAMPOS DE BATALLA
Duelo al sol entre JFK y W.
La primera encuesta posterior a la Convención Demócrata de esta semana muestra al demócrata John Forbes Kerry aventajando a George W. Bush por entre 7 y 9 puntos, mientras los dos candidatos se lanzaban a competir en dos de los estados más disputados.
Por Andrew Buncombe *
Desde Boston
Con sus miras crecientemente centradas en el corazón de las tierras norteamericanas, John Kerry y George W. Bush llevaron ayer sus campañas a Pennsylvania, uno de los cruciales estados de campo de batalla que podrían decidir la elección presidencial de noviembre. Intentando capitalizar el impulso que recibieron de la Convención Demócrata en Boston, Kerry y su compañero de fórmula John Edwards llevaron su plataforma populista y su mensaje de optimismo a Pittsburgh, el mismo lugar donde Bush tenía previsto hablar anoche.
La corrida hacia Estados como Pennsylvania y Ohio, donde Bush también hizo escalas de campaña ayer, muestra que tanto el Partido Republicano como el Demócrata saben que, más allá de todo el fervoroso aplauso recibido de sus respectivas convenciones, no serán los delegados entusiastas los que decidirán esta elección. En lugar de eso, lo que debe ser ganado es tajada crecientemente pequeña de votantes indecisos que viven en estados que podrían ser ganados por cualquiera de los dos partidos. Kristin Peterson, 53, una delegada de Ohio proveniente de la ciudad universitaria de Oberlin, sintetizó esta realidad mientras esperaba al avión que la llevaría a casa en el aeropuerto internacional Logan de Boston el viernes por la tarde: “Nosotros somos el coro. No somos los que realmente importamos”.
Ambos partidos están esperando ansiosamente la divulgación de encuestas que mostrarán el impacto en los votantes de la Convención Demócrata de esta semana en Boston. La primera salió ayer en la revista Newsweek y marca un decidido avance de Kerry: tiene 52 por ciento de intención de voto contra 44 de Bush. Si el candidato independiente Ralph Nader es contabilizado, los porcentajes respectivos son 49 por ciento, 42 por ciento y 3 por ciento.
Hay pocos lugares donde ese impulso podría contar más que en Pennsylvania y Ohio. En la última elección los demócratas ganaron Pennsylvania y sus 21 votos electorales (un candidato necesita de 270 de estos votos a nivel nacional para ganar la presidencia), pero este año los republicanos han convertido al estado en una de sus principales prioridades. Bush ha hecho más de 30 visitas a Pennsylvania para tratar de conseguir su respaldo.
Ohio, con 20 votos electorales, fue ganado por los republicanos en 2000 por un margen de un 4 por ciento. Un verdadero indicador es el hecho de que el triunfador final ha ganado en este estado en cada elección desde 1960. Bush tenía programado hablar en la ciudad de Canton, que Kerry puso de relieve en su campaña por medio de la historia de un obrero metalúrgico, Dave McCune, cuyo puesto de trabajo fue enviado al exterior. “¿Qué significa en América hoy cuando Dave McCune, un obrero metalúrgico que conocí en Canton, Ohio, ve su puesto de trabajo irse del país –preguntó Kerry durante su discurso en la Convención– y las maquinarias de su fábrica fueron literalmente destornilladas, apiladas y embarcadas a miles de millas de distancia junto con ese puesto de trabajo?” Renée Lipson, otra delegada de Ohio que estaba volando a su casa desde Boston el viernes, creía que Kerry ha hecho lo suficiente en su discurso para ganar a los votantes oscilantes en su Estado. “Habló de los temas que le importan al americano medio –dijo–. Habló de los seguros de salud, de los trabajos, de la exportación de puestos de trabajo.”
Mientras Kerry ha estado poniendo en primer plano historias como la de McCune, Bush ha estado pintando un panorama diferente de la economía, diciendo que les está dando poder a los trabajadores y a sus empleadores por medio de bajar los impuestos y dar a los empleados un mayor control sobre sus jubilaciones y beneficios de seguros de salud. Afirma que las pequeñas empresas, donde están muchos de los nuevos puestos de trabajo, son los que más van a ser beneficiados. “Estoy pidiendo cuatro años más para hacer a nuestro país más seguro, para hacer a la economía más fuerte”, dijo Bush el viernes en Springfield, Missouri. Mientras tanto, en Canton, donde el desempleo subió un 6,4 por ciento en junio de un 5,9 por ciento en mayo, McCune le dijo al diario local, el Akron Beacon Journal: “No luchamos por el lugar (la planta metalúrgica) simplemente porque vivíamos de ella. Luchamos por ella porque era un pedazo de la historia americana... De todas las historias que Kerry ha escuchado en su ruta de campaña, estoy orgulloso de que recordara la mía”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.