EL MUNDO › 60° ANIVERSARIO DEL LEVANTAMIENTO DE VARSOVIA
Cerrando heridas con Polonia
Por Tony Paterson *
Desde Berlín
El canciller alemán, Gerard Schroeder, abrió una nueva era de reconociliación con Polonia ayer, cuando se disculpó formalmente por las “vergonzosas atrocidades” cometidas contra los polacos por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. En un discurso, desde un cementerio donde yacen víctimas de la guerra en Varsovia, durante una emotiva ceremonia por el 60º aniversario del levantamiento de la ciudad contra los nazis en 1944, Schroeder declaró que Alemania estaba comprometida de corazón en la revisión de su pasado nazi.
Evocando a su antecesor, Willy Brandt, que se arrodilló en su visita en Varsovia en 1970 para pedir perdón por los crímenes de guerra de Alemania, Schroeder dijo: “Inclinamos nuestras cabezas con vergüenza por lo que fue hecho en nombre de Alemania. Nos comprometemos a asegurar que las relaciones entre Alemania y Polonia estén fundadas en la paz y la reconciliación”. Schroeder fue el primer canciller alemán que asistió a las ceremonias que rememoran el aniversario de la sublevación de Varsovia, pero su visita fue ensombrecida por una agria disputa por los intentos de grupos de alemanes expulsados durante la guerra de recuperar sus territorios en Polonia, de los que fueron erradicados al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Schroeder mantuvo conversaciones con su homólogo polaco, Marek Belka, inmediatamente antes de las celebraciones del aniversario y le aseguró públicamente: “El gobierno alemán nunca apoyará los reclamos por las propiedades”.
El levantamiento contra los invasores nazis en Varsovia comenzó a gestarse el 1° de agosto de 1944, y duró 63 días. Más de 200 mil civiles polacos fueron masacrados por la SS nazi y el ejército alemán, durante y después de la lucha. Bajo órdenes de Adolf Hitler, Varsovia fue posteriormente arrasada hasta las ruinas y sólo el 15 por ciento de sus edificios quedaron en pie. El Ejército Rojo acampó en la Varsovia oriental, en los suburbios de Praga, mientras ocurría la sublevación y no intervino. Stalin consideró que la insurrección había sido organizada por nacionalistas reaccionarios que podían anteponerse a una futura hegemonía soviética. Los aliados occidentales sólo suministraron algunos limitados ataques aéreos. Varsovia recordó su aniversario, ayer, con una marcha oficial de escoltas de veteranos del “Ejército Nacional polaco”, que portaban el motivo del “ancla”, símbolo del movimiento de resistencia antinazi. La mayoría de los veteranos rondaban los ochenta años.
La ciudad también abrió un nuevo museo de 14 millones y medio de dólares, en el que está explicado el trasfondo de la tragedia, con ejemplos de las armas improvisadas del Ejército Nacional, los cascos alemanes capturados y los diarios contando el atormentado combate que tuvo lugar entre las ruinas de los bombardeos y en las alcantarillas de Varsovia.
* De The Independent, de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.