EL MUNDO › QUE PASARA EN VENEZUELA DESPUES DEL FRACASO DEL GOLPE
“Habrá purga dentro del ejército”
El analista político Eleazar Días Rangel, director del diario venezolano Ultimas Noticias, dice en esta entrevista con Página/12 que el chavismo salió consolidado y que la oposición ha perdido todo el terreno que había ganado.
Los saqueos que continuaron ayer por la mañana en el oeste de Caracas postergaron unas horas el viaje del presidente Hugo Chávez a la Brigada de Paracaidistas de Maracay, el primer destacamento que se levantó en apoyo al entonces secuestrado Chávez bajo el liderazgo de uno de sus hombres más fieles: el general Jorge Baduel, uno de los cuatro militares que juró junto a Chávez en Samán (el árbol donde acampó Simón Bolívar en el período de la independencia), en 1983. El analista político Eleazar Díaz Rangel, director del diario Ultimas Noticias, confirmó que los saqueos estaban controlados en las primeras horas de la tarde y dialogó con Página/12 sobre el escenario que se abre en la política venezolana.
–¿Cuál es su evaluación de lo sucedido tras el fracaso golpista?
–Los acontecimientos se desarrollaron por el despliegue de multitudes decididas que se manifestaron en casi todas las ciudades. Fue una reacción nacional, aún imposible de cuantificar. Además, el proceder del empresario Pedro Carmona fue torpe: no hizo contacto con partidos de oposición como el Copei y la Acción Democrática (AD), nombró un consejo de ministros “picapiedras” –todos hombres de la derecha dura– y decidió disolver la Asamblea, lo cual perjudicaba a los propios partidos. Hubo dos grandes derrotados individualmente: el propio Carmona y el secretario general de la Central de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega. Ambos intentaron lanzar el paro general el 18 de marzo y no pudieron. A los pocos días, apareció el conflicto en la empresa estatal Petróleos de Venezuela y se creó una campaña sobre la escasez de nafta: no se vendía normalmente y había largas colas para cargar en las estaciones de servicios. Este panorama motivó a Fedecámaras y a los sindicatos a apresurar el paro: lo convocaron para el martes y lograron un 70 por ciento de apoyo. Luego lo extendieron y el miércoles la adhesión bajó, y aún así lo decretaron por tiempo indefinido. El jueves la medida mantenía poco impacto y, sin embargo, lanzan la huelga general. Los incidentes en las marchas de ese día impulsan a militares indecisos. Ese es el inicio del golpe.
–¿Cómo fueron las negociaciones con el sector golpista?
–Cuando ellos no se atrevieron a tomar el Palacio de Miraflores fue un síntoma inequívoco de su debilidad. En ese momento, ellos propiciaron una mediación. Y se formó una comisión que propuso un plan de concesiones: sacar a Carmona, derogar sus decretos y nombrar a Iván Rincón, el ex presidente del Tribunal Superior. Ellos le llevaron esta propuesta al ministro de Defensa José Vicente Rangel. Yo hablé en ese momento con el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, y él me confirmó que el consejo de ministros de Chávez no aceptaría y que la primera condición era la vuelta de Chávez a Miraflores. Rangel comunicó eso mismo a la comisión. En esas condiciones, el sector golpista dio a conocer públicamente la propuesta rechazada como válida y anunció que Chávez se iría al exterior por voluntad propia. Más tarde se demostró que era otra mentira.
–Ahora, ¿cómo quedarán las Fuerzas Armadas después del golpe y el contragolpe?
–Desde el punto de vista militar, es de suponer que Chávez va a realizar varios cambios en los mandos del Ejército y de la Guardia Nacional; es decir, donde hubo un mayor número de militares que participaron del golpe. Chávez ya habló de traiciones. En efecto, hubo supuestos leales que, finalmente, dieron el salto. Por eso mismo, va a haber una reestructuración de los mandos y una promoción de quienes tuvieron una participación activa en su rescate.
–¿Cómo se entiende la actitud del ejército, considerada el arma más chavista?
–Fueron los altos mandos del ejército los que se pronunciaron pero en ningún momento lograron que se les sumara alguna guarnición. Los comandos de tropa quedaron fieles a Chávez. Es más: el comando general del ejército al que pertenecía el general Efraín Vázquez sólo tiene una compañía al servicio del estado mayor. Para mi sorpresa, la Armada, considerada un arma más reacia a Chávez, se mantuvo contra el golpe. Incluso variosalmirantes se pronunciaron a favor de Chávez. La discusión actual es cómo proceder con los traidores. Pareciera que hay divergencias entre la gente del presidente. Las opciones hasta el momento son: abrirles juicio, expulsarlos de las fuerzas, o iniciarles una comisión de investigación interna.
–¿Cuál será, de ahora en más, la política de Chávez?
–Fueron 48 horas de crisis profunda y el ritmo del proceso fue tan cambiante y sorpresivo que evidentemente llevó a la reflexión del presidente. La única política que le queda es corregir sus errores y gobernar sin espíritu revanchista. Chávez prometió esto muchas veces pero luego no lo cumplió. Ahora sí lo tiene que hacer. Creo que va a modificar su relación con los sindicatos, la Iglesia y los medios, teniendo en cuenta que estos sectores también deben buscar su papel y no querer llenar el vacío dejado por los partidos tradicionales. Sin embargo, es obvio que seguirá la lucha política. Pero Chávez debe aplicar políticas de acercamiento y de diálogo y hacer política con los factores de poder.
–¿Cómo es la situación actual al interior del chavismo?
–El chavismo sale internamente consolidado de esta crisis. Las diferencias internas van a quedar un tanto borradas tras los acontecimientos. Por ejemplo, hubo tres diputados disidentes importantes que podrían reincorporarse al chavismo: Alejandro Armas (experto en finanzas), Ernesto Alvarenga (ex jefe de la fracción parlamentaria) y Farías (presidente de la comisión de educación). No es seguro que suceda, pero es un tema planteado. En este mismo sentido, puede haber otros casos.
–¿Cree que pueden producirse más enfrentamientos o, incluso, una guerra civil tal como se especuló en algún momento? ¿Qué va a pasar con los “círculos bolivarianos”?
–La oposición fue derrotada de manera contundente: militarmente y en la calle. Mucho del terreno en el que había avanzado lo perdió. Está descartada una guerra civil porque la oposición interna quedó totalmente desprestigiada y sin fuerzas. Por el contrario, creo que Chávez va a revitalizar los Círculos de Defensa Bolivarianos, de los cuales ya aclaró que no se trata de grupos armados.
Entrevista: Verónica Gago.