EL MUNDO
París vuelve a ser blanco
Un atentado en la Embajada de Indonesia de París en la madrugada de ayer dejó un saldo de diez heridos, ninguno de ellos de gravedad. Unos desconocidos depositaron un explosivo frente a la puerta de entrada de la embajada. El último atentado de carácter terrorista en la capital francesa fue en 1997. El artefacto estalló a las cinco y diez minutos hiriendo a cuatro personas que trabajan y viven en la sede diplomática y a vecinos, casi todos por cortes causados por la rotura de vidrios. Más de doce horas después del atentado, la policía científica sólo precisó que el recipiente del material explosivo era una bomba de gas, pero no se reveló ni la naturaleza de la mezcla explosiva ni el tipo de detonador empleado. “La Embajada de Indonesia no recibió ninguna amenaza. Era objeto del mismo tipo de vigilancia que otras embajadas. Ahora se reforzará la vigilancia en todas las embajadas”, explicó ayer un portavoz de Interior mientras el ministro, Dominique de Villepin, subrayaba que “ningún país está al abrigo del terrorismo”. Anoche el atentado no había sido reivindicado por nadie.