EL MUNDO › LA VIOLENCIA EN IRAK DESAFIA LA ELECCION DE ENERO
La sangría contra el calendario
La mayoría de los partidos políticos iraquíes seguían insistiendo ayer en aplazar las elecciones de enero en Irak, debido a la violencia que azota a lo largo y ancho el país y que ayer provocó la muerte de al menos 36 personas entre atentados con bombas y enfrentamientos.
En el área de Nahiyat al Baghdadi, al oeste de la ciudad sunnita de Ramadi, 13 policías iraquíes murieron y otros seis resultaron heridos en un atentado suicida con coche bomba contra una comisaría. Entretanto, en la región de Al Karma, 15 kilómetros al noreste de Faluja, un intento frustrado de atentado contra tropas norteamericanas terminó con la muerte de doce iraquíes. Varios testigos declararon que los combatientes armados atacaron un puesto norteamericano en la zona, a lo que las tropas estadounidenses respondieron abriendo fuego contra los rebeldes.
En Bagdad, dos soldados estadounidenses fallecieron y otros tres resultaron heridos en un atentado con una bomba artesanal. El artefacto explosivo, colocado al borde de una calle, detonó al paso de un vehículo norteamericano, informó el ejército. En las proximidades de la ciudad de Hilla, en dos acciones militares conjuntas de fuerzas estadounidenses y británicas murieron cinco iraquíes y 18 resultaron heridos, algunos de gravedad, según fuentes médicas. Un médico del hospital de Mahmudiya dijo que las operaciones militares se llevaron a cabo en Mahawil y Haswa. Según testigos, también intervinieron helicópteros y tanques. En Samarra, ciudad sunnita al norte de Bagdad, cuatro civiles, entre ellos dos niños, murieron al estallar una bomba en una carretera, informó la policía.
Por su parte, el primer ministro iraquí, Iyad Allawi declaró: “La operación contra elementos terroristas en Faluja prosigue y nos preparamos para el retorno de los habitantes a la ciudad”. Si bien las operaciones militares aliadas en diversas zonas del territorio iraquí tienen por objetivo, según Washington y Bagdad, normalizar el país para poder realizar las elecciones en la fecha programada, la mayoría de los partidos iraquíes insistían ayer en postergar las elecciones del 30 de enero debido a la inseguridad. “Hay una realidad innegable. El clima de seguridad en Irak no es el más propicio para realizar las elecciones”, dijo Saad Abdelrazzak, dirigente de uno de los partidos que abogan por la postergación. Fuad al Rawi, miembro del Partido Islámico Iraquí, advirtió que la violencia impedirá la afluencia a las urnas. “No podemos en estas condiciones asegurar la participación de los ciudadanos en las elecciones. El pedido de aplazarlas por seis meses es realista”, señaló.
Si bien un ministro iraquí estimó el domingo que el gobierno podría estudiar el petitorio en los próximos días, el reclamo enfrentó la reticencia inicial del gobierno iraquí, de Estados Unidos y de los líderes chiítas, la mayor comunidad del país. En Londres, el secretario de Asuntos Exteriores, Jack Straw, admitió que “será difícil” votar el 30 de enero, pero dijo que es preferible “cumplir con esa fecha antes que dar la impresión de estar cediendo”.