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Tropas, tropas y más tropas para una ocupación virada a la anarquía

El Pentágono aumentó el número de tropas en Irak a su nivel más elevado. El objetivo es doble: garantizar las elecciones del 30 de enero próximo y presionar a una insurgencia que redobla sus ataques.

Por Yolanda Monge *
Desde Washington

Con la insurgencia amenazando las elecciones iraquíes previstas para enero, el Pentágono ha decidido incrementar sus tropas sobre el terreno en unos 12 mil hombres, hasta alcanzar los 150 mil. Se trata del mayor número de soldados desplegados en Irak, incluso mayor que el de las fuerzas que invadieron el país en marzo del 2003. El Pentágono informó que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha aprobado un plan que culminará en marzo y por el que 1500 soldados de la 82ª División Aerotransportada viajarán desde Fort Bragg (Carolina del Norte) a Irak.
Además, 8100 soldados extenderán su período de 12 meses hasta los 14 y los 2300 marines que sirven en combate por un plazo de siete lo alargarán hasta los nueve meses. Desde el Pentágono se informó que se prefería mantener a las unidades ya presentes en suelo iraquí más tiempo a mandar miles de soldados desde EE.UU. “El objetivo principal es garantizar la seguridad durante las elecciones, pero también mantener la presión sobre la insurgencia”, dijo en conferencia de prensa en el Pentágono el general de brigada David Rodríguez. Sin embargo, otros analistas militares ven en este incremento de tropas el hecho de que la guerra se ha intensificado en las zonas no controladas por el gobierno iraquí ni por las tropas de la coalición tras el asalto a la ciudad sunnita de Faluja. En opinión de Jeffrey White, antiguo analista de Inteligencia Militar del Instituto de Política para Oriente Medio, citado por The Washington Post, “existe una escalada importante en el nivel de ferocidad con la que la guerra se está librando desde ambos lados”.
La posguerra iraquí está costando en sangre y en dinero mucho más de lo que nadie nunca predijo. Cuando el presidente George W. Bush declaró el fin de las principales acciones de combate el 1º de mayo de 2003, en Irak había desplegados 148 mil soldados, muy pocos más que cuando la guerra comenzara dos meses antes e incluso más que cuando cayó Bagdad el 9 de abril. El nivel más bajo de soldados en guerra se alcanzó el pasado mes de febrero, cuando hubo 110 mil. Apenas se dio por finalizada oficialmente la guerra, las tropas sólo tenían como principal objetivo la captura de Saddam Hussein. Desde que hace casi un año el dictador pasó a manos del ejército estadounidense, los militares combaten en un escenario en el que han recrudecido los combates por la mayor presencia de la insurgencia, según los expertos. “Los soldados que están ya en el terreno son los que tienen más experiencia y los mejores preparados para mantener las operaciones tras el asalto a Faluja y los más adecuados para garantizar la seguridad de cara a las futuras elecciones”, concluyó el Pentágono en un comunicado.
Los mandos militares son normalmente contrarios a extender los períodos de combate de los soldados por el potencial efecto negativo en su moral y en la de sus familias. En este caso, el general George Casey, el comandante del ejército de EE.UU. con más tiempo de estancia en Irak, decidió que era necesario mantener la presión sobre los insurgentes con los hombres que ya conocen el terreno, antes que enviar nuevos reemplazos. Existe una unidad cuyo período de servicio en Irak se ha alargado ya por dos veces. Estos soldados deberían haber vuelto a casa en noviembre pasado, pero en el mes de octubre se les informó que permanecerían hasta mediados de enero. Ahora se les ha comunicado que permanecerán en combate hasta marzo.
El senador demócrata por Rhode Island, Jack Reed, muy crítico con la manera en que la administración Bush ha gestionado y está gestionando la guerra en el país árabe, dijo ayer que la decisión del Pentágono confirmaba que el esfuerzo por estabilizar Irak llevará años, y que aun así no se garantizará el éxito. “El anuncio del Pentágono deja claro que los comandantes jefes en Irak necesitan más tropas y que todo este proceso será muy largo y muy caro para Estados Unidos”, dijo Reed. “Sigue sinestar claro si Irak saldrá de toda esta espiral crónica de violencia como un país estable y viable”, finalizó el senador.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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Un blindado norteamericano destruye una pared en una búsqueda casa por casa en Faluja.
 
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