EL MUNDO › EL PRESIDENTE VENEZOLANO LE EXIGE DISCULPAS A ALVARO URIBE
Chávez va al fondo de la crisis
Hugo Chávez acusó a EE.UU. por el caso Granda, que desató el problema con Colombia. Podría congelar relaciones con Bogotá.
“La crisis puede ahondarse”, advirtió el mandatario venezolano. Hugo Chávez amenazó con “congelar” las relaciones con su vecino colombiano, incluyendo el cierre del puente binacional, si no se disculpa por el caso Granda. Además señaló a Washington como causante del conflicto diplomático por la captura del canciller de las FARC. Bajo el lema: “Defendamos la soberanía nacional”, miles de chavistas marcharon ayer en Caracas para apoyar al gobernante en la crisis diplomática con Colombia y deplorar los pronunciamientos de Washington de que Venezuela es “una fuerza negativa en la región”.
Ante la peor crisis diplomática entre el gobierno colombiano y venezolano en veinte años, el pueblo venezolano salió a la calle a respaldar a su presidente y su visión de Estado soberano, que excluye la posibilidad de incursiones extranjeras en su territorio aun si se trata de combatir el terrorismo. Identificado el conflicto en ese país como una manipulación norteamericana para aislarlos de la región, una señal más de la hostilidad hacia Chávez, los venezolanos respaldaron a su mandatario en una marcha multitudinaria en la que les dijeron no a las acusaciones de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de que su país era una “fuerza negativa en la región”.
En un discurso frente a sus seguidores en Caracas, Chávez dijo ayer: “Estoy consciente de dónde viene esa provocación: ¡viene de Washington, no de Bogotá! Es otra arremetida del gobierno americano el secuestro de Granda en Caracas”. Además fustigó con dureza las dichos de “Condolencia”, como llamó a Rice, y retrucó: “La fuerza más negativa que puede haber para este mundo es el imperialismo norteamericano. Por tanto, si somos calificados desde allá como fuerza negativa, estamos bien”. Ante una multitud aglomerada en más de cinco cuadras, Chávez acusó a Rice de mostrar “una analfabetismo completo acerca de lo que pasa en Venezuela, en el mundo y en América latina”.
Chávez exigió la disculpa como único medio de reconciliación. “Al gobierno de Colombia le corresponde decir que ha cometido un error. Si no ocurre, tenemos que ponerlo bajo severa observación. Si no tenemos un gesto, tendríamos que congelar las relaciones con Colombia.” La marcha chavista tuvo dos paradas: una en la sede de la Fiscalía y otra en la Defensoría del Pueblo, donde se entregó el documento “en defensa de la soberanía”. Chávez advirtió: “Yo no voy a tener relaciones abiertas y francas con un gobierno que no reconoce el error que ha cometido un grupo de sus funcionarios (...). He ordenado tomar las medidas: el puente internacional, el oleoducto binacional y las carreteras se cancelarían. Bajaría al mínimo el comercio binacional”. Chávez apuntó a EE.UU. como la fuente del malentendido entre vecinos hermanos. “Les advierto a los señores imperialistas (...) que si siguen por ese camino les vamos a hacer morder el polvo de la derrota una vez más; se los garantizo, porque no podrán con nosotros”, subrayó.
Por su parte, el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, consideró ayer “decepcionante” e “irrelevante” la lista de terroristas colombianos entregada por Bogotá, al advertir que ésta debería ser complementada con los nombres de “narcotraficantes y paramilitares” colombianos que ingresan a su país. “Parece que el gobierno de Colombia no le da importancia a ese factor de perturbación”, dijo. La lista entregada por el gobierno de Uribe contiene los nombres de los supuestos terroristas que, según las acusaciones del gobierno de Uribe, su vecino venezolano alberga en su territorio. Venezuela prometió entregar su propia lista en la que incluirá nombres como el de Pedro Carmona, quien ejecutó un golpe de Estado contra Chávez.
La relación entre ambos países se resquebrajó cuando Caracas denunció el “secuestro” de Granda, el 13 de diciembre pasado, por agentes de seguridad y militares venezolanos “sobornados” por Bogotá, pero el gobierno de Uribe dice que fue capturado en la ciudad colombiana de Cúcuta, aunque admite que pagó recompensa por el rebelde. A raíz de ello, Venezuela llamó aconsultas a su embajador en Colombia y congeló el comercio binacional hasta tanto Uribe no se excusara. Lejos de ofrecer disculpas, Bogotá acusó a Chávez de ser permisivo con miembros de grupos armados de su país, tras lo cual entregó el jueves a Caracas una lista de guerrilleros colombianos que estarían operando en Venezuela.
En un intento por bajar las tensiones de ambos países, Marco Aurelio García, enviado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo el sábado un encuentro privado con Chávez para tratar el conflicto. Ya el canciller de Perú, Manuel Rodríguez, emprendió la semana pasada la tarea de apaciguar las irritadas relaciones bilaterales, mediante entrevistas con sus colegas de Venezuela y Colombia, Alí Rodríguez y Carolina Barco, respectivamente. Uribe reiteró el sábado que su gobierno se limitará a emitir comunicados, para evitar la “diplomacia de micrófono” que crispó las relaciones con Caracas por el tema de la seguridad fronteriza. Sin que todavía se vislumbre una salida y en medio de las gestiones internacionales para resolver la crisis, el caso ha servido para que ambos gobiernos ventilen públicamente sus diferencias en torno a la lucha contra el terrorismo que encabeza EE.UU., cuyo irrestricto apoyo a Bogotá ha generado malestar en Caracas.