EL MUNDO
La Ucrania color naranja que se unirá a Occidente
Viktor Yuschenko juramentó al cargo de presidente poniendo fin al capítulo de la “Revolución Naranja”. De inmediato, dijo que su administración buscará formar parte de la Unión Europea.
Por Askold Krushelnycky *
Desde Kiev
Viktor Yuschenko, el hombre que lideró la “Revolución Naranja”, finalmente asumió ayer como presidente e inmediatamente prometió buscar un lugar para Ucrania en el corazón de la Unión Europea. Durante la jornada de celebraciones, Yuschenko prestó juramento en la oficina del parlamento y luego se dirigió a la céntrica plaza de la Independencia en la capital, Kiev, para repetir el compromiso ante cientos de miles de sus entusiastas seguidores.
Yuschenko le dijo a la multitud que era necesario estrechar lazos con Occidente y la Unión Europea para la prosperidad de Ucrania: “Nuestro camino hacia el futuro es el de una Europa unida. Junto a la gente de Europa, pertenecemos a una civilización. Compartimos valores similares. Nuestro lugar está en la UE. No estamos más situados en la punta de Europa sino en el centro”. Su discurso puso de manifiesto la intención de asegurar que Ucrania siga los pasos de tres vecinos, Polonia, Hungría y Eslovaquia, todos países de la ex Unión Soviética que se han incorporado a la Unión. Con el anterior gobierno pro-ruso de Leonid Kuchma había poca chance de que Ucrania fuera elegido como miembro tanto de la UE como de la OTAN. Pero Yuschenko dijo que su nueva administración aplicará reformas democráticas y económicas para que Ucrania sea un atractivo futuro miembro. También prometió acabar con la corrupción rampante, la ilegalidad, y el abuso a los derechos humanos que se han convertido en flagelos comunes durante los 10 años de la gestión de Kuchma.
Más de 60 representantes de países extranjeros, entre presidentes y primeros ministros, asistieron a las ceremonias en el parlamento y la plaza. Entre los presentes, estaba el saliente secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell y el ex presidente checo, Vaclav Havel. Fue en la misma plaza céntrica en la que manifestantes antigobierno que llevaban algo naranja –el color de campaña de Yuschenko– como bufandas, banderas y sombreros se volvieron el corazón de una masiva y pacífica demostración que dio vuelta los resultados del 21 de noviembre, que fueron juzgados de fraudulentos por la Corte Suprema de Ucrania, hasta la repetición de la segunda vuelta el 26 de diciembre, en la que ganó Yuschenko.
Decenas de miles de manifestantes acamparon cerca de la plaza, pese a las heladas temperaturas en apoyo a Yushchenko. El nuevo presidente dijo que la plaza será en la historia del país “un símbolo del deseo democrático de Ucrania”. En tributo a la “Revolución Naranja” Yuschenko señaló que “Ucrania abrió una nueva página en su historia. La plaza de la Independencia es una parte especial de ella”. La investidura tuvo semanas de demoras dado que el rival de Yuschenko por la presidencia, Viktor Yanukovich (pro-Moscú) quería mantener su poder y presentó varias demandas poniendo en duda los resultados electorales. La Corte Suprema las desestimó el pasado jueves. Las celebraciones continuaban anoche; Kiev era un mar naranja. Casi todo el mundo en la calle vestía algo de ese color. De los edificios colgaban banderas naranjas.
La primera visita de Yuschenko como presidente será la de hoy a Moscú (ver recuadro), como un gesto de conciliación luego del abierto apoyo de Vladimir Putin a su oponente. Yuschenko dijo que Ucrania construirá relaciones con Rusia sobre bases equitativas y en un modo en que no obstruya las ambiciones declaradas de Kiev para unirse a la UE y la OTAN. El viaje a Moscú será el primero en la agenda de la próxima semana que incluirá el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y el Foro Económico Mundial en Suiza. El nuevo presidente también viajará a Polonia, por el 60º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.