EL MUNDO › AMPLIO (Y CUESTIONADO) TRIUNFO DEL PREMIER Y SU PARTIDO
Acomodándose en el trono tailandés
El primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, gobernará por cuatro años más uno de los países azotados por la desgracia natural del tsunami y asolado por una guerrilla interna, después de que su partido Thai Rak Thai (TRT) obtuviera un triunfo abrumador de 399 escaños en las elecciones legislativas de ayer en Tailandia.
La victoria del partido cuyas iniciales significan “Los tais aman a los tais” no constituye “una gran sorpresa”, según Shinawatra. La cantidad de votos obtenida le permitirá al TRT gobernar sin necesidad de coaliciones y consolidará aún más su influencia en la vida política tailandesa. El Partido Demócrata, principal formación de oposición, logró 80 escaños, según sondeos de boca de urna. Mientras que el Chart Thai (Nación Tailandesa), antiguo aliado del Thai Rak Thai, obtuvo veinte escaños y al Mahachon (del Pueblo), obtuvo uno solo. El líder del veterano Partido Demócrata, Banyat Bantadtan, aceptó la derrota, e invitó a las otras dos formaciones con representación a parlamentaria a unirse a la oposición, “para escrutar al gobierno en beneficio del pueblo”, subrayó.
Con su habitual política populista y una formidable maquinaria electoral, que no ha escapado a los favores de los medios de comunicación estatales, el partido de Shinawatra ha conseguido el número de escaños que precisaba para gobernar en solitario, aunque no descarta reforzar su control sobre el Legislativo formando coalición con el Chart Thai.
Shinawatra, el único primer ministro en la historia de Tailandia que ha completado un mandato avalado por las urnas, es acusado por sus detractores de falta de transparencia en la gestión de gobierno y de imponer el autoritarismo que el país conoció en épocas pasadas.
La campaña electoral, durante la que apenas existió debate, estuvo marcada por la tradicional y masiva compra de votos, práctica en la que los partidos gastaron unos 260 millones de dólares. Las elecciones quizá hayan sido libres, pero no me han parecido justas”, apuntó Somri Hananuntasuk, director de Red Asiática para los Comicios Justos, uno de los grupos no gubernamentales que observaron el desarrollo de la campaña.