EL MUNDO › DAN 24 HORAS MAS A ITALIA POR LA PERIODISTA, CUATRO REHENES MAS
Noticias de los secuestros en Irak
Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad
“¿Qué pasa? ¿Qué quiere?” preguntó aterrorizada Giuliana Sgrena a sus secuestradores, fuertemente armados, mientras la arrastraban hacia un auto cerca de la Universidad de Bagdad. Sgrena, una corresponsal del periódico de izquierda Il Manifesto, fue la última periodista capturada en Irak, donde bandas de secuestradores altamente organizadas, han descubierto que pueden ganar millones de dólares en pagos de rescate por capturar a los extranjeros.
Un ultimátum que apareció en un sitio web de militantes islámicos autodenominado Organización Islámica de Jihad, se adjudicó el secuestro y puso un plazo de 72 horas que expiraba hoy, para que Italia retire sus tropas de tres mil hombres de Irak. No decía qué le ocurriría a Sgrena si su exigencia no era concedida. Otro grupo ayer alargaba el plazo hasta hoy por la noche. El Dr. Sabah Kadhim, vocero del Ministerio de Interior en Bagdad, descarta que el móvil de los secuestros sean las demandas políticas que éstos alegan. Kadhim está convencido de que son sólo un camuflaje. “No tengo duda de que lo hacen por dinero”, dijo.
Mientras tanto, estas bandas volvieron a actuar en Bagdad ayer cuando capturaron a cuatro egipcios que trabajaban para la compañía de teléfonos celulares Iracan, una subsidiaria de la compañía egipcia, Orascom Telecommunications.
El secuestro de Sgrena el viernes y el de Florence Aubenas, la corresponsal del diario francés Liberation, el 5 de enero, han tenido mucho en común, dijo Kadhim. En ambos casos, las periodistas creyeron que tendrían entrevistas con líderes religiosos islámicos. La periodista italiana fue capturada cerca de la mezquita al Mustafa, cuya cúpula celeste se cierne sobre las carpas de refugiados de Faluja, la fortaleza de los insurgentes, que fue tomada por los marines norteamericanos después de un sangriento asalto en pasado noviembre. “Ella se iba a encontrar con un clérigo llamado Hussein, de Faluja”, dijo Kadhim. “Esperó desde las diez de la mañana hasta la una y media de la tarde. Un extranjero en un lugar público por tanto tiempo es vulnerable”.
“Todo lo que se necesita es una persona con teléfono celular para llamar a una banda de secuestradores. Los iraquíes que estaban con ella, el traductor y el conductor, tuvieron la culpa, por no haberla advertido del peligro que corría.” El secuestro de Sgrena estuvo muy bien planeado. Fue ejecutado un viernes, día de plegarias, cuando la seguridad es más laxa. Ocho hombres armados en dos autos atraparon a Sgrena cuando conducía hacia la mezquita. “Abrí la puerta y arrastré a Giuliana hacia afuera, pero el hombre me golpeó con la culata de su pistola”, dijo el traductor. “El resto de los hombres la arrastraron, ella no se resistió. Estaba muy atemorizada. Parecía asustada y sorprendida.” Unos 190 extranjeros han sido secuestrados en Irak.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Traducción: Alicia B. Nieva.