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El nuevo gobierno de Ecuador recibió una bocanada de aval internacional. La embajadora de Estados Unidos, Kristie Kenney, se reunió ayer durante unos treinta minutos con el nuevo presidente, Alfredo Palacio, en la sede presidencial, para anunciarle que su país “cooperará con el nuevo gobierno en el fortalecimiento de la democracia”. Por su parte, la Unión Europea “reconoce al nuevo gobierno” de Ecuador como reconocía al anterior. Palacio dijo que llamará a una consulta popular para legitimar su administración. Y la OEA señaló que iba a enviar a una misión a Ecuador el fin de semana en apoyo a la democracia del país andino, que podría partir hoy. El secretario de prensa de la Presidencia de Ecuador, Carlos Cortez, aseguró ayer que las versiones de prensa sobre el paradero del ex jefe de Estado Abdalá Bucaram –que estaría en Perú– pretenden despistar sobre su verdadera ubicación.
El presidente Palacio anunció ayer que su gobierno llamará a una consulta popular para legitimar al gobierno y dijo que previamente se realizarán mesas de diálogo para que los ciudadanos seleccionen las preguntas de la misma. “El pueblo en las mesas de diálogo elegirá su destino”, manifestó en la primera rueda de prensa que presidió tras asumir el gobierno el miércoles pasado, cuando reemplazó al derrocado Lucio Gutiérrez, quien está asilado en Brasil. Aclaró que la convocatoria a las mesas de diálogo se realizará mediante un mecanismo que aún no ha sido definido, pero descartó que sea a través de la actual ley de elecciones. “Eso representaría la continuación de las condiciones de inequidad que son rechazadas por el pueblo”, dijo. Explicó que el funcionamiento de las mesas de diálogo se desarrollará con la menor injerencia del gobierno y sí con el apoyo de los organismos internacionales.
En este sentido, Palacio informó que ha convocado para la próxima semana una reunión entre representantes de organismos internacionales y nacionales en el Palacio de Carondelet, sede de su gobierno. “Es necesario reunirse con los organismos internacionales porque en ellos están los fondos que nos permitirán iniciar este tipo de cambio en la democracia”, dijo Palacio, quien anunció que su gestión buscará implantar en Ecuador “una democracia que cumpla con los derechos humanos”. Agregó que en el cambio participarían las fuerzas políticas, incluidos los partidos políticos y las organizaciones sociales; un gobierno capaz y honesto y la ciudadanía activa que represente al poder civil. El jefe del Estado no fijó un plazo o una fecha para la realización de las mesas de diálogo, pero indicó que deberá ser bastante rápido, en virtud de que solo tendrá un año y ocho meses para gobernar.
Por su parte, el secretario de prensa de la Presidencia de Ecuador, Carlos Cortez, aseguró ayer que las versiones de prensa sobre el paradero del ex jefe de Estado Abdalá Bucaram pretenden despistar sobre su verdadera ubicación. Al referirse a versiones de prensa que advertían que Bucaram estaría en Perú, Cortez dijo que desconoce el asunto, aunque no le sorprendería, ya que “cuando cayó el gobierno de Bucaram (en 1997) muchos de sus colaboradores salieron por Perú con destino a Panamá”. El paradero de Bucaram es desconocido desde el pasado 20 de abril, cuando el Parlamento destituyó a Lucio Gutiérrez y entregó la Presidencia de la República a Alfredo Palacio, en una polémica y confusa sesión efectuada fuera de la sede del Congreso.
El flamante gobierno ecuatoriano aguardaba ayer la llegada al país de una misión de la OEA que marcará la pauta sobre la relación de los países americanos con Palacio, hasta ayer necesitado de reconocimiento internacional. La misión es esperada en momentos en que Ecuador comienza a regresar a la normalidad tras la destitución del ex coronel Gutiérrez, quien el domingo viajó asilado a Brasilia en compañía de su esposa y una de sus hijas, a pesar de las protestas ciudadanas que pedían que se quedara para ser juzgado. La presencia en Quito de esa misión que estaba siendo integrada en Washington aún no se había definido, y aunque semencionaba que podría llegar el martes, sectores en el gobierno de Palacio estimaban que podría hacerlo al finalizar esta semana.
A su vez, la Unión Europea “reconoce al nuevo gobierno” de Ecuador como reconocía al anterior, mientras espera que se normalice la situación política y social del país y se respete la legalidad constitucional, afirmó ayer el alto representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana. Las declaraciones de Solana no suponen un reconocimiento formal de la Unión Europea al nuevo gobierno ecuatoriano, sino la toma de conocimiento de la existencia de un pase de poder en ese país, según señalaron fuentes europeas.