EL MUNDO › LAS USARAN PARA DETECTAR MINAS
Las abejas espías
Por Tim Radford
Desde Londres
La última palabra en detección de minas es Apis Mellifera. Después de probar con un radar que busca bajo tierra, detectores basados en polímeros, ondas sísmicas y algo llamado tecnología de resonancia magnética de cuatro polos, los científicos del Departamento de Defensa en Estados Unidos han cooptado a las abejas.
En una serie de experimentos promisorios, entrenaron a las abejas obreras a abandonar las rosas y el néctar e ir en busca de los pequeños rastros de dinitrotolueno 2.4, un ingrediente clave del TNT y otros explosivos. El paso siguiente es colocarles a las abejas pequeños radiotransmisores para seguir su vuelo hasta las minas escondidas en la tierra. Los investigadores también esperan que sea posible realizar un monitoreo aéreo que identificaría movimientos de material contrabandeado para la fabricación de bombas.
“Al parecer las abejas son tanto o más sensibles a los olores que los perros”, dijo Alan Rudolph, de la Agencia de Proyectos de Defensa, que está coordinando la experimentación.
Los responsables de Defensa invirtieron hasta ahora 25 millones de dólares en “sistemas biológicos” –perros, delfines y otros animales– como auxiliares militares. En 1999, investigadores del estado de Washington incluyeron a las abejas como “agentes secretos”. Colocaron en 50 insectos dispositivos de un peso similar a un grano de arroz y testearon su habilidad para detectar explosivos. Los últimos trasmisores fabricados tienen el tamaño de un grano de sal.
Pero el próximo paso es ver hasta qué punto son confiables las abejas para detectar estas sustancias. Un equipo del laboratorio de experimentación de la fuerza aérea en la base aérea de Brooks en Texas confirmó que las abejas –entrenadas usando azúcar como recompensa– pueden oler y “marcar” un explosivo químico en un 99 por ciento de las veces. Ya se está estudiando la posibilidad de usarlas en áreas clave para detectar equipajes sospechosos.