EL MUNDO › CARTER NEGO QUE CUBA PRODUZCA ARMAS BIOLOGICAS
Una patada contra George W.
Después de visitar un Centro de Ingeniería Genética y Biotecnológica, Jimmy Carter desmintió al Departamento de Estado.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter siguió poniendo ayer a la política de su país hacia Cuba en estado de cortocircuito. Después de visitar el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnológica de La Habana, Carter dijo que carecía de evidencias acerca de que en Cuba se fabricasen armas biológicas e instó a aprovechar la propuesta de Fidel Castro para verificarlo en el terreno, para eliminar las sospechas del gobierno de George W. Bush. La declaración de Carter salió al cruce de una denuncia formulada la semana pasada por el subsecretario de Estado John Bolton, y se da en el contexto de una histórica visita (la primera de un ex presidente norteamericano desde la revolución de 1959) destinada tanto a promover el fin del embargo comercial estadounidense a Cuba como para propiciar la causa de los derechos humanos, que fue lo que también ayer unió a Carter en un improvisado desayuno de trabajo con los líderes disidentes cristianos Oswaldo Payá y Elizardo Sánchez.
Carter visitó el Centro acompañado por Fidel Castro, quien lo recibió vistiendo una guayabera celeste en lugar de su tradicional uniforme verde olivo. “Espero que cualquier persona que tenga evidencia de este tipo de acusaciones, tome ventaja de esa oferta para venir a comprobarlo” a Cuba, dijo Carter. Castro, al dar la bienvenida a Carter el domingo, le había anunciado que tendría “acceso libre y total, con el personal especializado que usted escoja, a nuestros más prestigiosos centros de investigación científica, algunos de los cuales han sido recién acusados de producir armas biológicas”. La denuncia fue formulada la semana pasada por el subsecretario de Estado encargado del control de armamentos y seguridad nacional, John Bolton, quien afirmó que “Estados Unidos cree que Cuba dispone al menos de un programa limitado de investigación y desarrollo de armas biológicas ofensivas”. Esas acusaciones a Cuba “fueron hechas tal vez no tan incidentalmente, justamente antes de mi visita”, advirtió Carter al hablar ante la prensa.
El ex presidente, que durante su mandato (1976-1980) intentó sin éxito la normalización de relaciones con Cuba, informó que antes de viajar a la isla se había entrevistado con funcionarios del gobierno norteamericano y de las agencias de inteligencia, quienes en esos encuentros no le mencionaron “ningún tipo de acusación, ni alegaciones que pudiera sustentar este tipo de acusaciones” a La Habana sobre producción de armas biológicas. “En concreto, yo había solicitado que me indicaran si había algún grado de evidencia sobre el hecho de que Cuba podría estar compartiendo cualquier tipo de información que podría ser utilizada posteriormente para actividades de terrorismo en el mundo, y la respuesta de todos los expertos sobre inteligencia era no”, subrayó.
Carter recibió una exhaustiva explicación por parte de los científicos cubanos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde se le informó sobre los proyectos de investigación y producción que se encuentran en fase operativa. Sobre la presunta transferencia de biotecnología con fines militares a Libia e Irán, también denunciada por Washington, Carter interrogó a los científicos cubanos y concluyó que no existe ningún tipo de cooperación entre La Habana y Trípoli en esa rama, afirmó ante los periodistas. Respecto a Irán, dijo que el intercambio se realiza bajo estrictos convenios avalados internacionalmente, lo cual impide el uso indebido de esa tecnología. “Mi conclusión es que Cuba va ser muy cuidadosa y muy celosa de las disposiciones, para evitar el uso indebido de esta información” que está transfiriendo a Irán, sostuvo Carter, quien se mostró “impresionado” porque Cuba “es el único país que ha desarrollado una serie de descubrimientos científicos y medicinas, que son elaboradas con un sentido humanitario y no por la búsqueda de una utilidad económica”.
Y la saga continúa. Hoy Carter pronunciará un discurso por radio y televisión, para “decir lo que quiera decir, aunque no estemos de acuerdo con ello”, según Castro, luego que el gobierno le concediera la inusualprerrogativa de hacer uso público de los medios de comunicación, que operan bajo fuerte control estatal.