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Los socialistas ganaron las elecciones parlamentarias, pero necesitarán formar una coalición con otros partidos para llegar al gobierno. Con un 31,5 por ciento, el Partido Socialista –ex comunistas– se consagró en las elecciones del sábado pasado como la primera fuerza del país, seguida por el gobernante Movimiento Nacional (NDSW) del ex rey Simeón –que fue expulsado del trono en 1946 y volvió al gobierno como primer ministro hace cuatro años–, que sólo obtuvo un 21,42 por ciento. La mayor sorpresa la dio el partido nacionalista extremista Ataque, que llegó al 8,98 por ciento. Tres partidos de derecha también alcanzaron a superar el piso del 4 por ciento para ingresar al Parlamento. Sergei Stanishev (foto), el candidato socialista, ya había llamado el sábado, antes de que se conocieran los resultados definitivos, a la constitución de un gobierno de unidad nacional para poder realizar las reformas económicas que permitan la entrada a la Unión Europea, prevista para el 2007. La victoria de los ex comunistas se debió, en parte, a que la derecha llegó dividida a la elección.