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El PT continúa en el ojo de la tormenta. El publicista Marcos Valerio reafirmó que el ex hombre fuerte del gabinete, José Dirceu conocía todo sobre los préstamos millonarios que el Partido de los Trabajadores tomó con él como garante. Además, la oposición cierra filas en un intento de suspender la figura del PT ante la Justicia electoral y el partido está hundido en una deuda millonaria. Mientras tanto, Lula sigue separándose de su partido y reemplazará a Olivio Dutra, uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores, por un técnico conservador recomendado por el presidente de la Cámara baja, Severino Cavalcanti, del opositor Partido Progresista (PP), en la dirección del Ministerio de Ciudades.
Durante la mañana y la tarde de ayer, el ex secretario general del PT Silvio Pereira intentó limpiar su nombre ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que indaga los casos de corrupción en la empresa estatal del Correos. Lo más importante de su declaración fue que se contradijo con la de Delubio Soares, el ex tesorero petista, de la semana pasada. Frente a la misma comisión, Soares había asegurado que Pereira conocía sobre los préstamos y sobre sus destinatarios. Valerio también había denunciado que “José Dirceu y Silvio Pereira conocen toda la operación”. Sin embargo, el ex secretario general lo negó, aunque no quiso comenzar una pelea pública con su antiguo colega. Pereira no dijo nada nuevo, aunque afirmó una y otra vez que él “no tenía control sobre los que eran nombrados y adonde se los nombrara. Los ministros conformaron sus ministerios según sus criterios”, en alusión a las acusaciones que aseguran que Pereira intervenía en la elección de los funcionarios del gobierno nacional. Según declaró ante el Congreso, sólo lo hizo cuando había una “disputa por una dirección” o algún otro cargo.
Con la salida de Dutra, el PT queda ahora al frente de sólo ocho de los 24 ministerios que tiene el gobierno de Lula. El nuevo ministro de Ciudades, Marcio Fortes, actual secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, no es afiliado del PP, pero mantiene estrechos vínculos con el partido desde que se desempeñó como secretario ejecutivo del Ministerio de Agricultura durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. También fue funcionario durante la gestión del ex presidente destituido Fernando Collor de Mello. En los próximos días, Lula anunciaría por lo menos otros tres cambios en el gobierno, cambiaría a los titulares de las carteras de Previsión Social y de Educación y de la Secretaría de Derechos Humanos, que perdería su status de ministerio y pasaría a quedar subordinada al Ministerio de Justicia. También se sigue barajando la posible salida del presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, que se presentaría en las elecciones legislativas del año que viene, aunque está siendo investigado.
Mientras tanto, la Comisión Ejecutiva del PT se reunió ayer para revisar sus cuentas y decidir qué se hará con la deuda de casi 42 millones de dólares que tiene la organización. “Nadie entiende todo ese dinerazo. Nosotros nunca necesitamos de tanto dinero. Es un movimiento demasiado grande como para que fuera decidido sólo entre dos personas (Valerio y Soares)”, advirtió el diputado Paulo Delgado, secretario de Asuntos Parlamentarios del partido y miembro del Campo Mayoritario, sector fiel a Lula.
Las denuncias aumentan cada vez más y, con ellas, las comisiones para investigarlas. El presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, creó ayer la segunda CPI encargada de investigar las denuncias de supuestas irregularidades en las finanzas del PT. La nueva comisión está conformada por 34 diputados y senadores y también investigará los supuestos sobornos durante el mandato del ex presidente Cardoso. A pesar de los intentos de la oposición de involucrar a Lula en las denuncias, el presidente parece seguir esquivando los golpes y separándose cada vez más de cualquier amigo, petista o aliado, que esté siquiera teñido por la duda.