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Miles de sunnitas manifestaron en Irak contra la nueva Constitución mientras entraba en acción la campaña para su rechazo en un próximo referéndum. Y en lo que se vio como otro golpe para Estados Unidos y Gran Bretaña, el secretario general de la Liga Arabe advirtió que el adoptar la Constitución en su forma actual sería una “verdadera receta para el caos” provocando reverberaciones en la región. El borrador del documento, aprobado por las facciones chiítas y kurdas pero rechazado por los sunnitas árabes, fue finalmente entregado a la Asamblea Nacional durante el fin de semana.
Pero Amr Moussa, el secretario general de la Liga Arabe, dijo ayer: “Comparto la preocupación de muchos iraquíes sobre la falta de consenso sobre la Constitución. No creo en esta división entre chiítas y sunnitas, musulmanes y cristianos o árabes y kurdos. Creo que ésta es una verdadera receta para el caos, y quizás una catástrofe para Irak y lo que lo rodea”. Moussa, un ex canciller egipcio, dijo que había preocupación en el mundo árabe porque el texto del borrador negaba la “identidad árabe” de Irak.
El presidente George Bush se alegró por el borrador de la Constitución y dijo que el referéndum era una oportunidad para que el país “estableciera la base de una gobierno iraquí permanente”. Dijo que el documento “contiene protecciones de largo alcance para las libertades humanas fundamentales, incluyendo religión, asamblea, conciencia y expresión”. Pero añadió: “Podemos esperar que aumenten las atrocidades en los meses por venir porque el enemigo sabe que su mayor derrota está en la expresión de la gente libre”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.