EL MUNDO
Los afganos votaron entre cohetes y a lomo de camello
En las primeras elecciones parlamentarias en tres décadas, la participación fue menor a la esperada, con un alto dispositivo de seguridad ante la amenaza talibán. Hubo 15 muertos.
Por Justin Huggler *
Desde Panjshir Valley, Afganistán
Cuando decidieron que era tiempo de votar, Sarar y sus compañeros nómades simplemente llevaron sus camellos al centro de votación. Mientras, un par de cohetes eran lanzados contra una base de Naciones Unidas cerca de la oficina electoral en Kabul, hiriendo a un hombre. Era tiempo de votar en Afganistán y el clima se presentaba violento.
Los afganos votaron ayer para elegir su parlamento por primera vez desde 1969, desafiando las amenazas del derrocado régimen talibán de perturbar los comicios. La población más pobre del país, los nómades kuchi, tuvieron su chance de votar. Sarar tiene sólo 15 años, edad por debajo de la legal para votar, pero de algún modo se las arregló para tener su tarjeta electoral. Alrededor, la gente llegaba desde las zonas montañosas para depositar su sufragio. Hubo escenas que se repitieron por todo el país: gente que emergía de los desiertos y las montañas para poner su voto. Shahir Zahin, director general del grupo de medios afgano Kilid, dijo que “la participación era menor al 50%, muy por debajo del 76% de participación durante la elección presidencial de octubre de 2004”.
Pero en Panjshir era obvia la energía de la gente para ejercer sus derechos. Racha caminó cuatro horas a través de las montañas para votar –y lo hizo sin sandalias–. “Es un camino muy difícil –dijo–, pero debemos elegir a nuestros representantes.” El viaje de Racha da una idea de las dificultades de llevar adelante los comicios en un país tan poco desarrollado como Afganistán –y más si se observa que Pansjhir Valley, donde votó, es relativamente más desarrollado que otras zonas–. Una de las víctimas de esta realidad es la mujer, dado que muchas mujeres no se arriesgaron a viajes tan arduos ante la amenaza de asalto en las áreas desprotegidas de las montañas.
Para asegurar el control de las mesas de votación, el gobierno organizó un dispositivo de seguridad de 40.000 policías y soldados afganos y unos 30.000 efectivos estadounidenses y de la OTAN. En tanto, al menos 15 personas murieron ayer a consecuencia de ataques contra objetivos militares y policiales, entre ellas un oficial francés que falleció al explotar una mina al paso de su vehículo en el sur del país, informó la agencia Europapress. Los resultados primeros deberían conocerse hacia el 10 de octubre.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.