EL MUNDO
Condoleezza visitó Irak y Bush defendió su guerra
La secretaria de Estado llegó a Mosul en secreto, mientras Bush defendía su “derecho” a la guerra. La resistencia dijo que murió el número dos de Saddam; varios atentados.
La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice llegó ayer por sorpresa a Mosul, al norte de Irak, en una visita para fomentar la participación electoral, subrayando la importancia del éxito del proceso político iraquí a cinco semanas de las elecciones legislativas del 15 de diciembre. Por su parte, el presidente George W. Bush hizo frente a acusaciones demócratas defendiendo su decisión de invadir Irak en 2003. Mientras, el mandatario iraquí Jalal Talabani visitó la tumba del papa Juan Pablo II en el Vaticano.
En su visita a las ciudades iraquíes de Mosul y de Bagdad, que no había sido anunciada por motivos de seguridad, Condoleezza Rice explicó que su objetivo principal es alentar las diversas agrupaciones políticas y religiosas a trabajar por un Irak unido en el que cada persona pueda sentirse segura. Rice abogó por un “Irak en donde los tres grupos mayoritarios (chiítas, kurdos y sunnitas) y las minorías se sientan totalmente protegidas y totalmente integradas. Cualquier pueblo que sale de un período de tiranía y violencia tiene que encontrar un equilibrio entre la ilusión y la reconciliación y la justicia”, añadió la jefa de la diplomacia estadounidense. Asimismo declaró que Estados Unidos permanecerá en el país para ayudar a los iraquíes, que son “excelente, brava y valiente gente”.
El presidente iraquí, Jalal Talabani, no estuvo en el país para recibir a Rice, ya que inició el lunes una visita de seis días por Italia y el Vaticano. Talabani visitó ayer la tumba del papa Juan Pablo II en las grutas de la Basílica de San Pedro y ya había sido recibido el jueves en audiencia privada por el papa Benedicto XVI.
También ayer el presidente George W. Bush se defendió de las acusaciones del opositor partido demócrata de que su gobierno había manipulado datos de inteligencia para desbancar a Saddam Hussein, señalando que los “ataques sin fundamento mandan señales equivocadas a nuestras tropas y al enemigo”. En ocasión del día de los Veteranos de Guerra, Bush dijo en un discurso en Pennsylvania que las Naciones Unidas, los servicios de inteligencia de todo el mundo y muchos representantes demócratas compartieron sus afirmaciones antes de la invasión liderada por Estados Unidos en marzo de 2003. El mandatario, que recoge en los sondeos menos de 40 por ciento de apoyo, señaló que hubo amplio apoyo entre los demócratas “que tenían acceso a los mismos datos de inteligencia” para una resolución del congreso a fines de 2002 que lo autorizó a usar la fuerza para derrocar a Hussein. “Es perfectamente legítimo criticar mi decisión, o la conducción de la guerra, pero es profundamente irresponsable reescribir la historia de cómo empezó la guerra”, dijo Bush, que señaló que la actitud de los demócratas pone en peligro la seguridad nacional.
El mismo día se supo que hay uno menos en la lista de Estados Unidos: Ezzat Ibrahim Al Duri, el número dos del depuesto régimen de Hussein y único de los colaboradores del ex dictador que no había sido capturado, murió ayer, según un comunicado del ahora disuelto Partido Baas. El comunicado, también mostrado por la televisión árabe Al Arabiya, califica a Al Duri de “líder de la resistencia armada y de los mujaidines”, y asegura que falleció ayer por la madrugada, aunque sin precisar detalles sobre su muerte. Al Duri, por cuya captura Estados Unidos ofrecía 10 millones de dólares, ocupaba el sexto lugar en la lista de más buscados.
Por otra parte, la visita sorpresa de Rice, que dijo que la seguridad está mejorando en Irak, se dio en una jornada en la que la violencia se cobró, paradójicamente, numerosas vidas. El grupo terrorista Al Qaida en Irak se atribuyó el asesinato de once personas en una emboscada en la ciudad de Hit, al oeste de Bagdad, mientras un bebé de cuatro meses murió a manos de los asesinos de un policía. Además, un oficial iraquí y un empleado sudanés murieron por disparos contra la embajada del sultanato de Omán en Bagdad, donde también resultaron heridas cuatro personas. Por otra parte,se informó que soldados estadounidenses mataron el jueves en Bagdad a siete presuntos extremistas, mientras en el mismo enfrentamiento murieron tres marines.