Lunes, 18 de diciembre de 2006 | Hoy
EL MUNDO › BAJO LAS BALAS, FATAH Y HAMAS ACORDARON UN CESE DE FUEGO
Los palestinos estaban al borde de la guerra civil cuando anoche acordaron ponerles fin a las luchas armadas callejeras y volver al diálogo. La violencia había recrudecido después de que el presidente y líder de Fatah, Mahmud Abbas, llamara a elecciones anticipadas.
Por Eric Silver *
Desde Jerusalén
Los movimientos palestinos rivales Fatah y Hamas acordaron ayer un cese del fuego en la Franja de Gaza. La solución negociada y aprobada por ambas partes incluye el fin inmediato de todos los disturbios callejeros y la reanudación de un diálogo nacional. El diario israelí Haaretz indicó en su versión online que el gobierno egipcio también participó en las negociaciones. Antes del acuerdo, los palestinos estaban al borde de la guerra civil mientras explotaban batallas armadas entre ambas facciones después de que el presidente Mahmud Abbas llamara a elecciones anticipadas.
Hombres armados de Fatah dispararon con armas automáticas sobre un convoy que trasladaba a Mahmud Zahar, el ministro del Exterior de Hamas, a su oficina en la ciudad de Gaza. Zahar salió ileso de lo que Hamas condenó como un intento de asesinato. “Lo que está sucediendo es un verdadero golpe militar, asesinatos, intentos de asesinatos, la ocupación de oficinas y ministerios”, dijo Zahar.
Milicianos de Hamas respondieron con disparos a la casa del presidente Abbas, líder de Fatah, y dos morteros fueron disparados a su oficina, hiriendo a cinco guardias. Además, miembros de Hamas mataron ayer temprano a un miembro de la Fuerza 17, la guardia presidencial de elite leal a Fatah, en un enfrentamiento en una base de entrenamiento. Por otra parte, una joven de 19 años murió en Gaza en un fuego cruzado entre las milicias rivales. “Como si no fuera suficiente que nos masacren los israelíes, nos masacramos entre nosotros”, dijo Abeer Hamas, un residente de 26 años del campo de refugiados de Qalandia, entre Jerusalén y Ramalá.
La caída en la anarquía se ve exacerbada por la ausencia de un solo centro de poder o de un servicio de seguridad cuya lealtad sea a la nación en vez de la facción. Hamas y Fatah están luchando por el poder. Cada uno tiene su propia milicia y supuestamente su fuerza oficial. Todos ellos están armados hasta los dientes. Hamas domina Gaza, Fatah es más fuerte en Cisjordania. La situación se vuelve más volátil cada día.
El presidente Abbas no estaba en Gaza en el momento de los ataques contra su casa y oficina, sino en Ramalá, donde se reunió con la comisión electoral para poner en marcha la elección presidencial y parlamentaria anticipada para sacar al pueblo palestino de las dificultades económicas y el aislamiento diplomático. Llamó a elecciones en un desesperado discurso de 90 minutos el sábado, denunciado al gobierno de Hamas, electo en enero pasado, por derrochar las oportunidades creadas por la desconexión de Gaza de Israel en 2005. “Las tierras de los asentamientos deberían haber sido usadas para proyectos económicos, turísticos y de agricultura”, argumentó. “Pero hay algunos que insisten en disparar cohetes y secuestraron a un soldado israelí. Desde ese momento hemos pagado con 500 mártires, 4000 heridos y miles de casas destruidas. Nuestra gente pobre continúa pagando cada día.”
Ismail Haniye, el primer ministro de Hamas, rechazó el llamado de Abbas y amenazó con boicotear las elecciones. Acusó al presidente de tratar de derrocar a su gobierno y calificó su discurso como “incendiario” e “insultante para los sacrificios y el sufrimiento de los palestinos en todos lados”. Sin embargo, Rafiq Husseini, el jefe de gabinete del presidente, dijo: “Volvemos al pueblo porque estamos en un punto muerto. Por lo tanto el pueblo tiene que decidir”.
Las opiniones estaban divididas en las calles de Ramalá. Mohammed Hilmi Shwaiki, de 81 años, afirmó que las elecciones sólo traerán problemas y que son ilegales. Pero Murad Qundah, un estudiante de Derecho de 26 años, le dio la bienvenida a la iniciativa. “La gente está hambrienta. El presidente debería haber dado este paso hace mucho”, indicó. Una encuesta publicada ayer por el Centro de Política y Sondeo del analista político de Cisjordania Khalil Shikaki indicó que, si las elecciones fueran hoy, serían muy disputadas. En una carrera presidencial entre los líderes de los dos partidos, Abbas obtendría el 46 por ciento de los votos y Haniye, el 45 por ciento. Sin embargo, Fatah tendría ventaja en el Parlamento, ganando el 42 por ciento contra 36 por ciento de Hamas. Pero Shikaki dudó de si las elecciones tendrán lugar en un futuro cercano. “Será extremadamente difícil llevarlas a cabo si el gobierno no quiere cooperar”, dijo.
Abbas, que no dio una fecha para las elecciones, dejó abierta la posibilidad de tratar una vez más de formar una nueva coalición aceptable para Israel y la comunidad donante, pero las perspectivas son escasas. Hamas continúa rechazando las demandas internacionales de que reconozca a Israel, renuncie a la violencia y que respete los acuerdos previos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.
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