EL MUNDO › PREPARAN LA RETOMA DE AREAS URBANAS EN COLOMBIA
Hasta Farclandia no paramos
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ofreció ayer retirarse de los cinco cascos urbanos del santuario que ocupan en el sur del país, y el Ejército se preparaba para retomarlos.
Farclandia está cerca del fin y la guerra total más cercana que nunca. El gobierno colombiano y las guerrilleras FARC se aprestaban ayer a terminar el infructuoso proceso de paz que iniciaron hace tres años, luego de expresar posiciones hasta ahora irreconciliables y que deberían culminar con la entrega hoy por parte de los insurgentes de la zona de distensión que ocupan al sur del país. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) señalaron ayer que devolverían las cinco cabeceras municipales de la zona de distensión y hablaron de seguir su lucha, en respuesta a un discurso la noche del sábado del presidente Andrés Pastrana, quien dijo que los rebeldes debían decir claramente que tenían garantías para seguir las negociaciones y que discutirían de inmediato el tema del cese al fuego y hostilidades.
A pesar de las diferencias, las partes en sus mensajes cruzados han dejado puertas abiertas, razón por la cual las Naciones Unidas y un grupo de 10 países amigos del proceso de paz seguían haciendo esfuerzos ayer por salvar in extremis las negociaciones. En un discurso televisado, Pastrana rechazó una oferta rebelde de último minuto para rescatar el desfalleciente proceso de paz del país, diciendo que las negociaciones con las FARC sólo podían continuar si los rebeldes aceptaban un cese del fuego inmediato. Pastrana dijo que la propuesta de las FARC “no era satisfactoria”, que meramente repetía acuerdos previos y que no iba al fondo de la crisis que ha paralizado las conversaciones por los últimos tres meses. El presidente dio a los rebeldes 48 horas para retirarse de su santuario sureño, y dijo que las conversaciones sólo podrían revivirse si las FARC acordaban un cese de todas sus hostilidades –incluyendo los secuestros, que las guerrillas usan para financiar sus campañas–. “Que las FARC no se equivoquen –dijo Pastrana–. Con una declaración que refleje las aspiraciones nacionales (por la paz), habrán salvado el proceso. Solamente un anuncio público de esta naturaleza podrá detener el reloj”.
El enviado de la ONU James Lemoyne pasó el fin de semana en la zona rebelde en un intento de última hora de revivir las conversaciones. Después de una reunión que duró todo el sábado con Lemoyne, las FARC divulgaron sus propuestas, que parecieron abandonar sus anteriores protestas contra los sobrevuelos militares y controles de seguridad en torno a la zona. Los rebeldes abandonaron la mesa de negociaciones en octubre, poco después de que se pusieran en vigor los controles, pero el gobierno rehusó levantar las medidas de seguridad. La guerrilla tiene ahora hasta la noche de hoy para retirarse de la zona, que fue entregada a las FARC en 1998 como precondición para las conversaciones. Mientras la diplomacia intentaba sus últimas chances, el comandante del Ejército colombiano, general Jorge Mora, informó ayer que tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur avanzan hacia la periferia de la zona ocupada por la guerrilla de las FARC con el objetivo de recuperar la región cuando les sea dada la orden.
En un comunicado leído por el líder guerrillero Simón Trinidad las FARC anunciaron su rechazo al discurso de Pastrana el sábado. “Conocida la decisión del presidente Andrés Pastrana de dar por terminado el proceso de diálogo y negociación con las FARC-EP (...), le proponemos realizar la entrega formal de los cascos urbanos de los cinco municipios en un acto público, tal como los recibimos, con la presencia de representantes de la comunidad internacional, los gremios económicos, los trabajadores, campesinos, partidos políticos y diversas personalidades y organizaciones –señaló el comunicado de seis puntos–. Al país y al mundo les reiteramos nuestra disposición de seguir utilizando todas las formas de lucha por los cambios que necesita Colombia para lograr la reconciliación y la reconstrucción de la patria. Ha sido nuestra bandera y continuamos agitándola. La búsqueda de la solución política es patrimonio de los colombianos, y siempre será el mejor camino para transitar en el futuro”, señalaron los rebeldes. El sábado, las FARC presentaron a consideración del presidente un borrador de 14 puntos que fue rechazado horas más tarde por éste. “Lo que el país y el presidente esperan es una respuesta clara y directa a la solicitud, tantas veces reiterada por el gobierno, de si las FARC consideran que existen las garantías para continuar en la negociación y si van a cumplir su palabra de llegar a acuerdos concretos de cese del fuego y hostilidades, incluido el secuestro, los ataques a la población civil y la destrucción de la infraestructura”, manifestó Pastrana. Dos horas antes del discurso presidencial, las FARC habían enviado un documento que fue redactado en conjunto con el enviado especial de la ONU. Ayer Trinidad señaló, en declaraciones a una radio colombiana, que las FARC consideraban que las exigencias del presidente Pastrana habían sido respondidas satisfactoriamente en dicho documento. Consultado sobre si había alguna posibilidad de salvar el proceso de paz, Trinidad señaló que “hay posibilidad por supuesto, pero está en manos del presidente. En la alocución del presidente vimos preguntas que están respondidas en el borrador de 14 puntos”. Mientras tanto, Lemoyne dijo ayer que todavía creía que había posibilidad de salvar el proceso de paz y que seguiría haciendo gestiones en la zona de distensión en tal sentido.