La crisis de los dos presidentes en Rumania se zanjó con un llamado a referéndum para determinar la continuidad de Traian Basescu, quien había sido destituido por el Congreso pero se negaba a renunciar. Las dos cámaras del Parlamento de Rumania ayer dieron otro paso al decidir que la celebración del referéndum para decidir la suerte del presidente podrá ser repetida en caso de que no se alcance una mayoría válida, lo cual beneficia al presidente.

El referéndum del 19 de mayo sólo será válido si acude a votar más del 50 por ciento del censo electoral. Por su parte, el presidente será destituido si más del 50 por ciento de los votantes así lo deciden.

Basescu está “suspendido” y ha tenido que dejar temporalmente el puesto. El presidente del Senado Nicolae Vacaroiu, miembro del partido opositor socialista PSD, asume sus tareas por el momento. El Parlamento de Rumania decidió el jueves suspender al presidente con la aprobación de miembros tanto de la oposición como del oficialismo, por 322 votos a favor y 108 en contra.

Horas antes, el tribunal constitucional de ese país había dictaminado en una decisión consultiva que Basescu no violó la constitución ni abusó las instituciones del Estado ni violó los derechos humanos, que son causales de destitución. El Congreso finalmente lo suspendió por “violar la Constitución” y el tribunal constitucional avaló la decisión del parlamento.

La Constitución rumana establece que la suspensión de un presidente debe ser refrendada en los siguientes 30 días con un referéndum sobre la destitución definitiva. Basescu primero dijo que si lo suspendían renunciaría. Pero cuando lo suspendieron cambió de opinión y dijo que se mantendría en el cargo y jugó con la idea de llamar a elecciones anticipadas. Finalmente aceptó la salida constitucional. “He decidido que la mejor solución para Rumania en este momento para poner fin a la crisis política, es mi participación en el referéndum,” declaró Basescu.

Los detractores de Basescu lo acusan de inmiscuirse en la política interior y sobrepasar con ello sus competencias. Como trasfondo de la crisis se sitúa la larga disputa entre Basescu y el primer ministro, Calin Popescu Tariceanu. “Traian Basescu es un proyecto político que fracasó. Es incapaz de hacer avanzar al país,” dijo Mircea Geoana, líder del PSD, que propuso su suspensión.

Sin embargo, Basescu, de 55 años, sigue siendo el político más popular de Rumania debido a sus reformas anticorrupción y su discurso franco y por ello, los pronósticos apuntan a que éste será reafirmado en su cargo, si la parte necesaria del electorado acude a las urnas.