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En Chile la Justicia –o la falta de ella– no para de superarse a sí misma. “La Justicia es inmoral, cobarde y corrupta”, había dicho al aire el animador televisivo chileno Eduardo Yáñez en noviembre pasado en el programa “El termómetro” que emite el canal Chilevisión. También Yáñez había calificado de “poca hombría” a los hombres de las cortes de su país, lo que evidentemente hizo sentir agraviado a un juez de la Corte Suprema que ayer decidió procesarlo por el delito de desacato. Yáñez fue encarcelado en una prisión de Santiago y de atribuirsele culpa del cargo, podría pasar cinco años tras las rejas. Por lo pronto la defensa solicitará su libertad provisional.
El juez de la Séptima Sala de la Corte Suprema, Juan Manuel Muñoz, sometió ayer a proceso por desacato al panelista de televisión por haber “injuriado gravemente de palabra al Poder Judicial y a la excelentísima Corte Suprema en particular, empleando expresiones deshonrosas, ofensivas y desdorosas, conforme al significado corriente de dichas palabras y al concepto público de dichas expresiones”. En la emisión del 28 de noviembre pasado del programa “El termómetro” del canal Chilevisión, Yáñez había atribuido “poca hombría” a los integrantes de las cortes, en alusión a los errores que cometen los jueces y que luego no admiten, así como a un desinterés en varios sucesos policiales que provocaron conmoción pública.
Yáñez fue enviado a la cárcel santiagueña Capuchinos y su solicitud de libertad provisional sería resuelta en los próximos días. Al ingresar a la cárcel, Yáñez declaró “tengo mi conciencia tranquila” porque las críticas en “El termómetro” “no fueron referidas a la Corte Suprema o algún ministro en específico, sino a la forma de actuación del Poder Judicial” chileno. Además dijo que cuenta con el apoyo de parlamentarios dispuestos a derogar artículos que impiden la libre expresión y que captó la atención de la Organización de Estados Americanos (OEA), del gobierno de Ricardo Lagos e incluso de una embajada extranjera que le habría ofrecido asilo. El procesado advirtió que podría iniciar una huelga de hambre para conseguir su liberación incondicional, y agregó que “juro por Dios que seré el último chileno que se va preso por un delito de opinión”.
La acción contra Yáñez suena a casos conocidos en la historia de la justicia chilena, como por ejemplo la persecución lanzada contra los periodistas del diario La Tercera que fueron acusados de injuriar a un ex presidente de la Corte Suprema, Servando Jostán, quien también se sintió agraviado por la autora Alejandra Matus y su libro “El libro negro de la Justicia chilena”. El proceso a Yáñez fue censurado por la Corte Interamericana de Justicia, que tiene su sede en San José de Costa Rica, y las organizaciones internacionales Human Rights Watch (EE.UU.) y Reporteros sin Fronteras (Francia).