Los cubanos se levantaron ayer con la noticia de que Fidel Castro no estará hoy presente, por primera vez en la historia de la revolución, en los festejos del 26 de julio. “Raúl habla mañana”, titulaba el diario oficial Granma y les quitaba las esperanzas a los que esperaban que el nuevo aniversario de la toma del cuartel de Moncada fuera el momento elegido para el veterano dirigente para reaparecer en público, después de un año de estar recuperándose de una operación.

“Esperamos que en algún momento nos dé la sorpresa”, aseguraba ayer Mauricio Reyes, un canillita de 79 años. “Pero la recuperación por ahora continúa”, agregaba sin disimular su desilusión. La fecha del 26 de julio no sólo era especial por su significado histórico para la revolución, sino además porque fue en el aniversario anterior que se vio por última vez a Castro. En aquella ocasión, el veterano dirigente participó en dos actos y dio dos discursos. A los pocos días, la isla y el mundo se enteraban, por medio de una carta escrita por él, que dejaba el poder provisoriamente para operarse. Todavía sigue recuperándose.

Las periódicas apariciones de Castro, a través de sus editoriales en Granma, mantienen optimistas a la mayoría de los cubanos. Por eso, ayer el gobierno está convencido de que la convocatoria será igual o mayor a la del año pasado. El acto principal se realizará hoy a la mañana en la Plaza de la Revolución de la ciudad de Camagüey, 540 kilómetros al este de La Habana.

No es la primera vez que los cubanos especulan sobre la reaparición pública de Castro para un aniversario o un fiesta nacional. Sucedió para su cumpleaños número 80, el año pasado, y para el último Día del Trabajador. Sin embargo, el gobierno nunca había descartado por adelantado la presencia del veterano dirigente. “Esta vez esperaba que fuera Raúl –no estoy sorprendido, el Comandante está metido de lleno en su recuperación y saldrá cuando los médicos le den el alta–”, señaló Jorge Luis Pérez, un guitarrista que se enteró de la noticia temprano a la mañana, leyendo el diario en la Plaza de Armas de La Habana.

Ni los preparativos y ni el clima festivo cambiaron en la isla ayer. Los cubanos se contentaban recordando que Raúl es el hermano y el número dos de Fidel. “De todas formas, allí va a estar el mensaje de Fidel, aunque claro que el pueblo sigue ansioso por verlo, porque salga vestido de verde oliva, porque representa el eterno rebelde que siempre ha sido”, aseguró el joven guitarrista.