EL MUNDO › SE FRACTURO EL PARTIDO DE LA LIBERTAD AUSTRIACO

Rebelión en la granja neonazi

El ala más moderada del partido del neonazi Joerg Haider debió renunciar al partido y al gobierno por presiones de su líder. El gobierno austríaco estaría, de este modo, a punto de caer.

Una rebaja de impuestos y la ampliación al este de la Unión Europea (UE) pueden estar terminando con el gobierno de Austria. Y, sobre todo, abrió una grieta definitiva entre el neonazi Partido de la Libertad (FPOe) austríaco. La vicecanciller austríaca Susanne Riess Passer, el ministro de Finanzas Karl-Heinz Grasser y el titular del FPOe en el Parlamento, Peter Westenthaler, renunciaron ayer a sus cargos y a su partido por las presiones del líder del partido, Joerg Haider, para que rompieran con acuerdos alcanzados con los conservadores, socios del FPOe en el gobierno, en materia de impuestos y de ampliación de la UE. Ahora el jefe de gobierno conservador Wolfgang Schuessel debe decidir si convoca a dos candidatos a ministros señalados por Haider, que acabó de dividir el partido en una postura antigubernamental, o renuncia para que en un plazo máximo de 100 días haya nuevas elecciones.
“Se abrió un abismo entre la dirección y ciertos miembros del partido, y todos mis esfuerzos para salvarlo fracasaron”, declaró Riess Passer. “Hay que reconocer que las diferencias que se habían registrado en el seno del partido durante los últimos días eran difíciles de soportar para la opinión pública”, dijo por su parte Grasser. La cuestión es que Haider y su sector radical querían imponer a la dirección del partido un recorte de los impuestos el año próximo. Riess Passer, por el contrario, se puso de acuerdo con los conservadores para aplazar esa rebaja hasta 2004 con el fin de contar este mismo año con una ayuda de 2000 millones de euros para las víctimas de las catastróficas inundaciones del mes de agosto.
Además, el sector de Haider había pedido a la dirección del partido que convocara a un debate sobre la ampliación al este de la Unión Europea, incluso para proponer en el marco de la UE un veto al proceso. Westenthaler, Riess Passer y Grasser, en línea con un perfil más “respetable” requerido por los conservadores, tenían una posición favorable a la ampliación. Haider se opone enérgicamente. Cuando se decidió, este fin de semana, la convocatoria a una reunión extraordinaria –que duró casi seis horas–, Riess Passer dio a entender que todo estaba perdido.
“Riess Passer acaba de ser desaprobada y humillada por Haider. Políticamente, ya no existe”, declaró el presidente de los Verdes, Alexander Van der Bellen. Los ecologistas y los socialdemócratas se estaban restregando las manos con las divisiones internas del FPOe porque el adelantamiento de las elecciones, previstas para dentro de un año, no llegaría en buen momento para Schuessel. “No temo el resultado de un escrutinio”, declaró el canciller. “Es probable, de hecho, que los votantes tengan que decidir”, dijo el líder del Partido Popular (OeVP).
Tras las renuncias, altas fuentes partidarias del FPOe dijeron que cuentan con que el consejo nacional sea disuelto el 19 de setiembre y que las nuevas autoridades sean elegidas en noviembre, lo que le daría algo más de tiempo a Schuessel para congelar cualquier decisión. Haider se adelantó a proponerle dos candidatos para reemplazar a la vicepremier y al ministro de Finanzas –de los que no trascendieron los nombres– pero se trataría, para Schuessel, de dormir con el enemigo: quienes se fueron eran los más moderados dentro del FPOe y todo indica que Haider logró imponer su línea.
Y es probable que esto aumente, antes que disminuya, la popularidad del líder neonazi. Cuando se opuso a la rebaja de impuestos para un tiempo tan lejano como el 2004, dijo que se trataba de una medida para ayudar a las clases medias y bajas; a tal punto, que habría acusado a Riess Passer de “alejarse de la gente común” durante la reunión de ayer. Y cuando se opone a la ampliación de la UE, no hace otra cosa que alimentar el recelo hacia los inmigrantes –en este caso, los del Este, que podrán “invadir” Austria sin problemas– que le llevó a cosechar cerca del 27 por ciento en los comicios del 2000 y que finalizó en la entrada de su partido en el gobierno. Después de todo, Haider siempre estuvo en contra de la UE y hace gala, como la ultraderecha europea, de un antieuropeísmo a toda prueba.

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El trío sonríe para la foto: Karl-Heinz Grasser, Peter Westenthaler y Susanne Riess Passer.
Se fueron del gobierno y del partido de Haider por la línea dura que éste quiere imponer.
 
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