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El abucheo al secretario de Estado norteamericano Colin Powell fue uno de los hechos más destacados en la Cumbre Mundial de la Tierra en Johannesburgo. Pocos repararon en la ausencia de Eduardo Duhalde al frente de la delegación argentina. La titularidad la asumió el presidente del Senado, el cordobés Juan Carlos Maqueda, que no viajó en soledad. En su periplo sudafricano lo acompañaron su mujer, María Belén Ferrer Dehesa de Maqueda, su secretaria privada, Marta Lobos, la senadora bonaerense Mabel Müller, el comisario Horacio Gutiérrez y 3 agentes que oficiaron de custodias. El Parlamento, entonces, aportó ocho miembros al comité argentino, con el raro privilegio de que cada integrante tuvo un vigilador. A diferencia de los dos especialistas en desarrollo sustentable aportados por la Secretaría de Medio Ambiente, que regresaron cuando terminó la Cumbre, los viajeros del Congreso recién lo hicieron el sábado. Lo que completa unos ocho días de un tour para el que en principio “la caja chica del Senado destinó unos 30 mil dólares”, como reconoció a Página/12 un destacado funcionario de la Cámara alta. Claro que si los gastos resultan mayores y se aportan los comprobantes, la tesorería pagará la diferencia.
A Maqueda, segundo en la línea de sucesión presidencial, le tocó en varias ocasiones hacer de suplente de Duhalde, cada vez que éste se ausentaba del país. A su vez, el senador realizó sus propias salidas del país. Por cuestiones de azar su mandato vence el año que viene. En los pasillos del Congreso recuerdan que “éste es el segundo viaje que realiza en un mes. El anterior fue a Alemania”, precisan. Maqueda tuvo su momento de exposición pública en la cumbre de Johannesburgo. Fue cuando luego de criticar los subsidios a los productos agrícolas en los países centrales, afirmó que “mientras haya pobreza extrema no va a existir desarrollo sustentable en el mundo”. Tuvo tiempo incluso de decirles a todos los presentes que “hace treinta años un presidente argentino, Juan Domingo Perón expresaba (...) es necesaria y urgente una revolución mental en los hombres”.
La elección de la comitiva no parece azarosa. Dehesa de Maqueda, la esposa del titular del cuerpo, figura en la plantilla de los empleados de la Cámara de Diputados. Revista en la categoría 3, equivalente a un sueldo que puede rondar entre los 2400 y los 3200 pesos, de acuerdo con el título profesional que pueda acreditar cada empleado. Lobos, la secretaria privada de Maqueda, está un poco mejor ubicada dentro del escalafón laboral. También es mayor el ascendiente que tiene sobre el titular del Senado. No por nada, no son pocos los que la llaman “La presidenta”.
Si bien hasta el momento Müller no pudo exhibir sus conocimientos sobre temas vinculados con los recursos naturales, su participación en la delegación argentina fue como miembro de la comisión legislativa de “Ecología y Desarrollo Humano”. Tampoco es casualidad su participación en la comitiva. Su llegada directa e incondicional al caudillo de Lomas de Zamora a cargo de la Presidencia, es motivo de suficiente peso para la lógica del poder.
“¿Joha qué?” Respondieron en la Comisión de Recursos Naturales de Diputados cuando este diario les preguntó si hubo miembros de la Cámara baja que participaron del comité que viajó a Sudáfrica. Otros asesores están al tanto de que por parte del Ejecutivo viajaron el subsecretario de Medio Ambiente, Carlos Merenson, y el director nacional de Producción Limpia, Ariel Carbajal, pero admitieron que los diputados están en falta. “No solamente el tema nunca fue discutido, sino que tampoco se elaboró ningún documento sobre el tema”, admitió a este diario un miembro de la comisión en Diputados. ¿Será tal vez por esto que sólo viajaron miembros del Senado?
Puñado de dólares
Difícilmente cualquier viajero que llegue a Sudáfrica pueda sustraerse de visitar Sun City, un parque de vida salvaje que tiene el agregado artificial de casino con hoteles de lujo y exóticas piscinas que lo convierten en una pequeña Las Vegas rodeada de elefantes. El Parque Krueger, un parque nacional con leones y en el que suelen realizarse safaris, es otro de los puntos emblemáticos de cualquier tour sudafricano. Las dos tentaciones estuvieron al alcance de un puñado de argentinos.
Mientras tanto, en el Senado pasaban cosas. Precisamente la semana pasada recrudecían los cimbronazos por una denuncia del periódico londinense Financial Times sobre quejas de banqueros locales por el supuesto pedido de coimas para bloquear una ley que gravaba con un 2 por ciento las operaciones bancarias. Junto con esto, trabajadores de la empresa Horizonte, que tiene a su cargo la limpieza de un sector del Senado, denunciaban que el lunes 2 Martina G. había sido despedida por reclamar los 100 pesos de aumento dispuestos por el Ministerio de Trabajo. Al frente de Horizonte figura el ex jugador de Chacarita Juniors Franco Frasoldatti, miembro del histórico plantel que salió campeón luego de derrotar a River por 4 a 2, para alegría de todos los funebreros. Entre ellos, el hoy senador Luis Barrionuevo. Las vueltas de la vida vuelven a reunir al hincha y al crack en los pasillos de la Cámara alta del Parlamento.
Quienes realizan la limpieza perciben unos 200 pesos mensuales por unas 8 horas de trabajo diario. Desde que la ministra Graciela Camaño impulsó el aumento de 100 pesos para los trabajadores del sector privado, los titulares de Horizonte negocian con sus trabajadores la forma de pago. Una de las últimas propuestas fue abonarles 30 o 40 pesos.
Claro que siempre y cuando el que desembolse la suma sea el Senado. Para Martina G., Sudáfrica queda mucho más lejos que los 100 pesos de aumento.