Un paro de camioneros de-sabasteció Chile y dejó pérdidas millonarias. La medida de fuerza comenzó a colapsar el suministro de alimentos y combustibles, provocando pérdidas diarias por 100 millones de dólares, alertaron ayer el gobierno y dirigentes patronales. Ante la emergencia, la mandataria Michelle Bachelet convocó a una reunión ministerial en el Palacio de Gobierno y aseguró que garantizará el abastecimiento de combustible y alimentos básicos.

La crisis, que mantiene paralizados los principales puertos del país, se agravó luego de que la oposición de derecha anunciara que rechazará en el Congreso un subsidio excepcional a los combustibles por 1000 millones de dólares, propuesto por la presidenta chilena. En respuesta, el presidente de la Confederación de Dueños de Camiones, Juan Araya, sostuvo que su gremio cancelará la movilización sólo si hay anuncios concretos.

Además del subsidio por 1000 millones de dólares, los transportistas exigen que sean eliminados los peajes carreteros y los impuestos específicos a los combustibles –como el diesel– que se usan en el país y que son importados casi en su totalidad. Las movilizaciones, que involucran a unos 60.000 camiones, afectan especialmente las regiones del norte y sur del país, donde varias ciudades fueron bloqueados con cientos de rodados y hubo apedreos que causaron 43 detenidos en el norte del país.

Algunos empresarios salieron a quejarse. El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Alfredo Ovalle, denunció que el paro daña gravemente al país. “Va a haber que paralizar algunas mineras en el norte”, señaló. Lo mismo hizo el presidente de la Asociación de Supermercados de Chile (Asach), Fernando Alvear, tras admitió que la movilización dificulta el abastecimiento en las salas de venta. “Esa seguridad (en el suministro), hoy no se puede garantizar”, reconoció.

En ese marco, el ministro de Energía, Marcelo Tokman, hizo un llamado a los transportistas en huelga a no poner en riesgo el suministro para la población. “Una cosa es tomar la decisión de ir a huelga y no transportar, y otra es impedir que aquellos que si quieren trabajar lo puedan hacer”, reclamó.

El ministro del Interior subrogante, Felipe Harboe, afirmó que el gobierno ya adoptó medidas a través de la empresa (distribuidora de combustibles) Copec. “Incluso hemos conversado con las fuerzas armadas para que provean de los recursos necesarios”, informó. Pero el funcionario también amenazó a los camioneros. “Frente a interrupciones de carreteras, se aplicará el máximo rigor de la ley”, dijo.