EL MUNDO › POR UN TEXTO DE EE.UU.
Jerusalén en debate
El mundo árabe se levantó ayer contra la decisión del Congreso norteamericano de considerar a Jerusalén como la capital de Israel. Luego de la condena de las autoridades palestinas sobre este punto, la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) declaró que “esta decisión atenta contra los intereses islámicos” y el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, consideró que es “una flagrante contradicción con las resoluciones de la ONU”. El líder palestino Yasser Arafat pidió al presidente norteamericano George Bush que congele la aplicación de esa decisión. El ejército israelí volvió a ocupar posiciones alrededor del cuartel general de Arafat en Ramalá.
La decisión indirecta de considerar a Jerusalén como capital israelí proviene de la aprobación, en el Congreso norteamericano, de la ley sobre el presupuesto del Departamento de Estado para el año fiscal 2003, que incluye los costos del traslado de la embajada norteamericana de Tel Aviv a la Ciudad Santa. La Casa Blanca anunció el lunes que Bush había firmado el texto aunque no estaba de acuerdo con ese punto. La comunidad internacional no ha reconocido nunca la anexión de Jerusalén Este por parte de Israel en 1967 y sigue considerando que Tel Aviv es la capital israelí.
Las tropas israelíes cercaron la sede de la Autoridad Palestina (AP) en tres direcciones, además de reocupar el Ministerio de Cultura palestino, a una cuadra de la Mukata de Arafat. El canciller israelí Shimon Peres volvió a criticar la política de su propio gobierno, señalando que el único efecto obtenido con el cerco a la Mukata ha sido la demora de la reformas en el seno de la AP y el aumento de la popularidad de Arafat.
El bloqueo resultó finalmente “superfluo”, dijo Peres a Radio Israel.