Desde Estoril

Aun antes de que comenzaran formalmente las sesiones, las elecciones en Honduras se convirtieron en el tema más conflictivo de la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Era imposible que no se abordara la cuestión, sobre todo cuando el llamado a las urnas convocado por el gobierno de facto de Roberto Micheletti coincidía en tiempo y forma con la llegada a esta ciudad costera de los presidentes de América latina más España y Portugal. Muchos presidentes enseguida hicieron saber que pretendían que la cumbre emitiera una declaración sobre Honduras que condenara la consolidación de “los golpes de Estado de nuevo tipo”. Eso obligó a que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y todos los cancilleres se encerraran por varias horas en el Hotel Miragem, sede oficial de la cumbre. La reunión fue agitada, los cancilleres no pudieron ponerse de acuerdo.

La posición más contundente surgió de la Argentina y Brasil. Los socios mayores del Mercosur decidieron no reconocer a los candidatos que sean electos para no legitimar un proceso golpista. “Las elecciones no pueden ser válidas sin el restablecimiento del presidente legítimo, que es Manuel Zelaya. Acá lo que se está jugando es si se valida una metodología de golpe de Estado, el golpe de Estado del siglo XXI”, advirtió el canciller Jorge Taiana al salir de la reunión. “Hay cuestiones de sentido común. ¿Hubo condiciones normales para esta campaña electoral? No hay condiciones mínimas de libertad para realizar una elección bajo un gobierno de facto, con un presidente que está encerrado en una embajada, con violaciones a la libertad de expresión. Acá tenemos que dar una señal firme de que los problemas políticos deben resolverse democráticamente”, subrayó Taiana.

En la discusión de cancilleres se perfilaron rápidamente dos posiciones. La postura de Argentina y Brasil fue respaldada por España, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Ecuador. En cambio, otros países deslizaron que la realización de elecciones era “un paso” que permitiría ir descomprimiendo la situación en Honduras incluso a pesar de que el acto eleccionario hubiera sido convocado bajo un gobierno de facto. Esa argumentación había sido planteada en los días previos por el gobierno peruano de Alan García. “A fines de los ’80, los procesos de transición democrática en muchos casos fueron posibles gracias a convocatorias a elecciones realizadas por gobiernos autoritarios”, fue la posición que hicieron circular desde Lima. Ese punto de vista coincidía punto por punto con la tesis que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, le transmitió por teléfono al propio Taiana en una conversación telefónica que mantuvieron el sábado: allí le expresó que para EE.UU. “las elecciones pueden ser un paso y que hay que dar muchos más”.

En el debate sobre qué posición adoptar ante el hecho consumado de las elecciones en Honduras se plantearon varias incógnitas hasta último momento. Una de las dudas que rodeaba a la delegación argentina era cómo se plantaría la representación de Chile. Tras haber compartido una visita conjunta al Vaticano, en la comitiva que acompañaba a CFK esperaban que Santiago respaldara una declaración de repudio a la elección de nuevas autoridades sin haber restituido previamente a Zelaya. Sin embargo, la relación tan cercana que Barack Obama parece tener con el gobierno de Michelle Bachelet –incluso le llegó a plantear que Chile era un modelo para América latina– podía complicar los pronósticos. Este diario abordó a Taiana para quitarse las dudas.

–¿Cuál fue la posición de Chile? –le preguntó Página/12.

–Chile acompañó la posición de Argentina y Brasil.

Cuando hoy a las 9 comiencen las sesiones de la Cumbre se terminarán de despejar todas las dudas. Se descuenta que Colombia y Chile respaldarán la posición que considera que la realización de elecciones significa, más allá de cómo y en qué contexto se hicieron, un avance hacia la solución del conflicto en Honduras. “Yo confío en que vamos a lograr una declaración firme”, dijo ayer Taiana. Sin embargo, otras declaraciones dejaron en evidencia que la postura que terminó adoptando Estados Unidos podría influir mucho en la forma en que los demás países se expidan sobre los hechos en el país centroamericano.

Lo que haga el gobierno argentino, las medidas que anuncie la propia Cristina Fernández, no serán pasadas por alto. Todo lo contrario. En el primer semestre del año próximo, con motivo de cumplirse el Bicentenario del 25 de mayo de 1810, la Argentina será anfitriona de la próxima Cumbre Iberoamericana. ¿Estará allí representada la República de Honduras? ¿Cuál será el gobierno hondureño que asista al encuentro?

Mañana asomarán las primeras respuestas.