EL MUNDO › BUSH BAJO LA RETORICA DE GUERRA CONTRA IRAK
Abrazando a madres, viudas y esposas
Por Matthew Engel
Desde Washington
El presidente George W. Bush pareció inclinarse hacia el lado pacífico en su campaña iraquí al invocar la imagen de las madres y viudas de los soldados estadounidenses y proclamar: “La guerra es mi última opción, no la primera”. En una entrevista con la veterana presentadora de noticias Barbara Walters, Bush enfatizó los problemas que enfrenta el comandante en jefe en tiempos de guerra: “Vea, es fácil para la gente de esta ciudad comprometer tropas, las tropas norteamericanas, para que combatan, a través de la opinión y el ruido que ustedes oyen en Washington. Pero sólo una persona es responsable de esa decisión, y se trata de mí”.
El presidente continuó, enredándose en la extraña sintaxis que usa cuando está nervioso: “Y hay sólo una persona que abraza a las madres y las viudas, las esposas y los niños frente a la muerte de sus seres amados. Otros dan abrazos, pero yo, habiendo asignado a las tropas, tengo una responsabilidad adicional para abrazar, y ése soy yo, y sé cómo es”. Agregó que “Ustedes deben saber que pienso con tremenda responsabilidad la asignación de tropas”. Bush insistió que iría a una guerra sólo si pensara que salvaría más vidas que lo que costaría. La entrevista fue un anticipo especial de Navidad para el programa de la cadena ABC del día 20 de diciembre, en el que el presidente aparece sentado junto a su esposa Laura; luego se pasan imágenes en un recorrido por la Casa Blanca y el decorado navideño. Fue conducido el miércoles, y el texto se divulgó en la mañana de ayer, antes de su teledifusión nocturna.
Interrogado sobre Irak, Bush señaló que no prejuzgaría el informe de Bagdad sobre su inventario de armas, pero aclaró que “tengo la impresión que Saddam Hussein es un hombre que causa decepción, que niega”. “Es un hombre que afirma su poder a través de la tortura y el homicidio. Puedo afirmarles que si él no se desarma, será desarmado en el nombre de la paz.”
Al preguntársele si era verdad que todo el mundo en la Casa Blanca fue provisto de una máscara de gas, el presidente replicó que “bueno, primeramente, si eso es verdad, no voy precisamente a contárselo al enemigo. Segundo, no sé dónde está la mía”.
* (De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12).