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La llamada postura común de Francia y Alemania no es común más que en apariencia. Schroeder ha declarado que su país no participará bajo ninguna circunstancia en una guerra contra Irak. Chirac ha dejado abierta esta cuestión. No hay ningún compromiso acordado en común: sólo están de acuerdo en quedarse al margen. Francia y Alemania están de acuerdo en no emprender ninguna acción contra Putin. Y se limitan a mirar cuando la representante de Libia es elegida en la dirección de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, lo que ya es bastante extraño. Hemos llegado al punto cero del compromiso y llegamos al infinito en el campo de la capacidad de capitular. En cuanto a Irak, yo estoy de acuerdo con Salman Rushdie: ese país está dominado por un tirano. El pueblo tiene derecho a que lo liberen de él. Lo que me asombra es el hecho de que mucha gente salga a la calle para protestar contra una guerra que hasta ahora sólo ha sido virtual. Y que nadie proteste contra la guerra real, como la que conducen los rusos en Chechenia; una guerra con los métodos del terror y contra la población civil.
* André Glucksmann es filósofo y experto en Clausewitz. Es uno de los iniciadores de la ilustración antitotalitaria de los nuevos filósofos.