EL MUNDO › COMO SIGUE LA NOVELA DE ESPIONAJE AMMAN-BAGDAD
Misterioso atentado en el Hyatt
Por Eduardo Febbro
La novela de espionaje entre Irak y Jordania prosiguió ayer en Ammán con la confirmación el arresto de cuatro nuevos “agentes” iraquíes presuntamente implicados en la preparación de un atentado de proporciones devastadoras. Muchos de los enigmáticos clientes del hotel Hyatt de Ammán pueden dormir tranquillos. Según trascendió en la capital jordana, los cuatro iraquíes detenidos, que no son diplomáticos, estaban a punto de hacer volar el hotel con un coche bomba. Los hombres cayeron la semana pasado pero, en medio de un río de rumores que incluían hasta un complot para asesinar al rey Abdulá de Jordania, recién ayer las autoridades jordanas confirmaron la veracidad de ciertas informaciones. El personal del hotel Hyatt hacía como si no supiera nada, ni siquiera el porqué del misterioso incendio que se declaró hace unos días en el noveno piso del hotel y cuyas causas jamás fueron esclarecidas.
Entre todos los hoteles de Ammán, el Hyatt ofrece un blanco privilegiado. Allí residen numerosos periodistas norteamericanos, consejeros estadounidenses y algunos militares Made In Usa. El Hyatt es también frecuentado por muchos norteamericanos que viven en dos gigantescas torres que se encuentran enfrente del hotel y cuyas actividades legales nadie parece conocer a ciencia cierta. Esta es la segunda vez en los últimos 10 días que Jordania, país considerado como el eslabón débil de la región, toma medidas contra iraquíes sospechosos de actividades ilícitas. El pasado 23 de marzo Ammán expulsó a 5 diplomáticos iraquíes, tres de los cuales estaban fuertemente implicados en la realización de un “proyecto terrorista” cuyo objetivo consistía en envenenar los caños de agua que alimentan las bases militares del este de Jordania, una vastísima zona desierta donde también estacionan las fuerzas militares norteamericanas presentes en la región.
Hasta el momento, Ammán se negó a ofrecer abiertamente los detalles de ambos operativos. EL gobierno trata de gestionar la crisis de dos maneras: cierta firmeza con los presuntos culpables y perfil bajo frente al Estado que manipula estos operativos, es decir, Irak. Bagdad parece responder con las mismas sonrisas. Pese al evidente malestar que impera entre las dos capitales debido al apoyo que Jordania le brinda a los Estados Unidos y a los dos casos descubiertos hasta hoy, el embajador iraquí en Jordania, Sabah Yassine, evocó la situación diciendo que todo lo que estaba ocurriendo no tenía mayor importancia. Sabah Yassine declaró que se trataba de “una nube pasajera”.