El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, condenó el uso de bombas fabricadas con barriles explosivos contra civiles en zonas de la ciudad siria de Alepo, algo que en su opinión pone en grave riesgo las conversaciones de paz. En un comunicado, el canciller dijo que el uso de este tipo de bombas incendiarias es “el último acto de barbarie de un régimen que está cometiendo tortura a gran escala, que ha usado armas químicas y está matando de hambre a comunidades enteras al bloquear el envío de alimentos a los civiles sirios que los necesitan urgentemente”. Los ataques aéreos desde helicópteros con estas bombas han causado la muerte de más de 150 personas en los últimos días, según reportes del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Cada una de estas bombas llena de metralla metálica y combustible lanzado contra inocentes sirios subraya la barbarie de un régimen que ha convertido a su país en un imán para el terrorismo”, criticó Kerry. El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que con esta actitud se están minando las conversaciones de paz, que concluyeron el pasado mes en la ciudad suiza de Montreux sin avances significativos sobre una transición negociada, sólo con un compromiso de celebrar una nueva ronda el 10 de febrero. Como una expresión de deseos agregó: “El pueblo sirio nunca aceptará como legítimo al gobierno de (Bashar) Al Assad”.