El Banco Central Europeo (BCE), el principal acreedor de Grecia, no está dispuesto a ceder. La autoridad monetaria de la Eurozona endureció ayer el mecanismo de financiamiento para el sistema bancario griego y forzó a las autoridades helénicas a extender el feriado y las restricciones para sacar euros de los cajeros. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, dialogó telefónicamente con el titular del BCE, Mario Draghi, y con la titular del FMI, Christine Lagarde. Los representantes de ambas instituciones rechazaron, por ahora, la posibilidad de incrementar el financiamiento de emergencia, una decisión que puede forzar la salida de Grecia del euro.