CARLOS CAJADE *.
“No me hice ilusiones”

“Hay un dicho en la Iglesia que dice que ‘el Espíritu Santo empolla los huevos que le ponen’. No había mucho para elegir entre los cardenales. No me había hecho muchas ilusiones de que viniera un Papa con respuestas a los grandes problemas actuales de la humanidad. De todos modos, la vida del pueblo de Dios siempre pasó por los santos y no por los papas. Cuando me enteré de que el Papa era Ratzinger, lloré. Tengo 25 años de cura. Siempre tuve el cariño y el calor de la gente, pero estoy en una etapa en la que además del cariño del pueblo de Dios necesito un interlocutor válido en el poder de la institución en la que me jugué la vida. Cuando fui seminarista, Ratzinger era un hombre de consulta como uno de los teólogos más progresistas y no pierdo las esperanzas de que él vuelva a esa postura. Para esto es necesario salir de la Iglesia encerrada que cree que los buenos están adentro y los malos afuera.”

* Sacerdote, director del Hogar Madre Tres Veces Admirable.




MARTA ALANIS *.
“Algo doloroso”

“Triunfaron la ortodoxia y la severidad. No se escucharon las voces y reclamos de los sectores que han ido construyendo teologías desde lugares de opresión. Con esta elección se ven beneficiados los sectores más fundamentalistas de la Iglesia. Desde la estructura de poder del Vaticano tal vez surjan cambios, pero no motivados por la convicción de cambiar, sino por la presión de la pérdida de fieles. Igualmente, no creo que vayan a cambiar muchas cosas. Por las especulaciones que se hacen, es un Papa de transición. Mientras tanto, pensaremos qué hacer a más largo plazo. En el corto plazo no creo que se cambie la línea de Juan Pablo II, y mucho menos si la gente pide que lo declaren ‘santo ya’. De todos modos, los cardenales habían sido nombrados por él para que siguieran su misma línea. Mientras tanto, la Teología de la Liberación o la feminista van a seguir esperando un cambio, pero esta elección no deja de ser algo doloroso.”

* Titular de Católicas por el Derecho a Decidir.