“La policía bonaerense habría estado colaborando con los ‘piquetes blancos’.” Al menos, ésa es la sospecha que alentó a la fiscalía que encabeza Juan Murray en San Nicolás a pedirle al Ministerio de Justicia la intervención de Prefectura Nacional el 23 de marzo pasado para desalojar la rutas. Esa misma razón, además, alentaría la intervención de la Prefectura en esa jurisdicción cuando los cortes vuelvan a verse. En ese contexto, nadie descarta que se produzcan nuevas detenciones si ruralistas y productores vuelven a “obstruir” las rutas.

La intervención de la policía bonaerense en los cortes de ruta no cuenta con pruebas documentales. De momento, la fuerza es analizada como la que “deja hacer” o “hace la plancha”. Una fuerza “que toma mate con los que hacen el corte”, en lugar de intervenir para liberar las rutas, indicó la fuente judicial consultada. En ese contexto, la intervención de la Prefectura del viernes pasado, las detenciones y citaciones judiciales, no parece haber sido producto del azar.

Productores y ruralistas también dieron cuenta del cambio de situación. Durante el fin de semana, el Chaco fue uno de los escenarios más efusivos. Se produjeron por lo menos dos protestas importantes, con unos 400 productores cada una, según sus propias cuentas, luego del enfrentamiento del viernes pasado con el gobernador Jorge Capitanich.

Uno de los cortes se produjo en Las Breñas, a unos 300 kilómetros al sur de Resistencia y otro, en la localidad de Gato Colorado, en el límite con Santa Fe. En el primero, la policía provincial levantó dos actas de infracción destinadas a los que estaban en el corte. Aunque los agentes intentaron identificar a los responsables, los productores se presentaron como “autoconvocados” para evitar así –según explicaron a este diario– que se los individualice: no dieron el nombre ni la dirección. Los policías igual registraron patentes y nombres de los automovilistas que estaban varados por el corte. En Gato Colorado, en cambio, los manifestantes recibieron una orden de desalojo de parte de un juzgado y anoche los productores aguardaban la posibilidad de que llegara la orden de desalojo forzoso.

“Nosotros estamos parando camiones con ganado y soja, y después también a los que van con granos para la exportación”, explicó a PáginaI12 Sonia Ibáñez, una de las productoras locales. Luego del encontronazo con el gobernador, los productores comenzaron a recibir en sus fincas la visita de inspectores de la DGI y de la AFIP buscando datos. Para la mirada de los ruralistas, los procedimientos sonaron como una forma de amedrentarlos. “Ya lo tomamos como una amenaza, porque no estábamos teniendo esas visitas antes del corte: ahora quieren saber si hay bolsas de cereales, cuántos empleados tenemos, si hay empleados en negro, si están blanqueados.”

En tanto, y a pesar de las fluctuaciones, Entre Ríos siguió siendo el punto de conflicto más elevado. Allí, anoche permanecían en pie los siete cortes de Paraná, Concordia, Gualeguay, Gualeguaychú, Chajarí, Villaguay y Federal que hoy se multiplicarán en toda la provincia. Serán unos veinte puntos en total, con manifestaciones en los pequeños pueblos del interior, los que se levantarán para apoyar al campo. Habrá caravanas en ciudades centrales como Gualeguaychú, hacia el corte, y en Paraná, a la plaza. La comisión encabezada por Alfredo Bell, de la Federación Agraria, hizo reuniones con centros de comerciantes, almaceneros y multisectoriales en busca del consenso. Hoy los comercios cerrarán por dos horas, se esperan salidas espontáneas de las escuelas y cacerolazos en las plazas de los pueblos.