Será otro hecho inédito. Inédito por la importancia de la reunión, pero sobre todo por su carácter colectivo y el lugar elegido para realizarla: la quinta de Olivos, en otros tiempos reservada a la mesa chica del kirchnerismo. Invitados por el Gobierno, cinco gobernadores se reunirán hoy con la Presidenta y sus principales colaboradores para discutir sobre la política agropecuaria y la sequía que afecta al noreste del país. Se descuenta que también hablarán sobre la situación económica (no en vano uno de los acompañantes de CFK será el ministro de Economía, Carlos Fernández), lo que equivale a inflación e Indec.

En otra muestra de los cambios que el Ejecutivo intenta imprimir a su gestión tras el desenlace del conflicto rural, los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Hermes Binner (Santa Fe), Jorge Capitanich (Chaco), Daniel Scioli (Buenos Aires) y Oscar Jorge (La Pampa) se reunirán a las 18.30 con Cristina Fernández. Además del ministro de Economía, la acompañarán el jefe de Gabinete, Sergio Massa; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi.

“La idea es ir descomprimiendo, mostrando otros gestos. Estamos dispuestos a charlar. Va a ser una reunión de tema abierto”, anticiparon ayer a PáginaI12 desde la Casa Rosada.

La reunión con los gobernadores se terminó de organizar tras la entrevista que habían mantenido en Olivos Néstor Kirchner y el senador santafesino Carlos Reutemann. Fue anteayer a la tarde, menos de 24 horas después la Presidencia invitaba a los gobernadores a reunirse con CFK. Para recordar una reunión de un mandatario con tantos gobernadores hay que remontarse a el mandato provisional de Eduardo Duhalde: en la gestión de Kirchner, los encuentros con los caciques provinciales se hacían en forma individual.

Si se lo mide por las urgencias del oficialismo, el encuentro tendrá un objetivo bastante obvio, garantizar consenso con las provincias para lanzar la política rural que prepara Cheppi. El secretario de Agricultura se ha impuesto una agenda de reuniones con los actores de la actividad agropecuaria. Su misión es descomprimir el principal conflicto que asoma en el horizonte inmediato. El escenario empieza a enrarecerse por las amenazas de las entidades rurales de volver al paro.

También se hablará sobre la sequía que afecta a las provincias del nordeste, sobre todo a Chaco. Habrá que ver si en la reunión entre la Presidenta y los cinco gobernadores se menciona el impacto de la expansión del cultivo de soja –que las entidades del campo se resisten a condenar– en el proceso de desertificación.

La recepción que hará CFK a los cinco gobernadores también será ocasión propicia para favorecer el (re)acercamiento de Schiaretti a la Casa Rosada. Schiaretti viene reclamando que la Nación le gire a Córdoba 1071 millones de pesos para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones provincial. Según el gobernador cordobés, si el Ejecutivo le envía los fondos, su administración impulsará la derogación del controvertido recorte de haberes jubilatorios. Ese ajuste previsional despertó una durísima resistencia entre los sindicatos cordobeses, que ayer volvieron a manifestarse en la capital provincial (ver página 7). Encabezada por el combativo gremio de Luz y Fuerza, la protesta terminó frente a la sede de Lotería provincial con una lluvia de bombas de estruendo.