EL PAíS › EL BLOQUE DEL PJ QUIERE REPLICAR A LAS DENUNCIAS
Preparando la contraofensiva
Por Felipe Yapur
La denuncia sobre el pago de sobresueldos, que rondan entre los mil y dos mil pesos, a diputados del bloque justicialista, fue un duro golpe para el oficialismo de la Cámara baja que, mal que le pese, lo iguala con sus devaluados colegas del Senado. Si bien la bancada del PJ desmintió la existencia de esos dineros negros a través de un comunicado oficial, lo cierto es que la intención es buscar la manera de desacreditar no sólo la denuncia sino a quienes la realizaron que, a la sazón, son también justicialistas. El radicalismo, en tanto, presentará la próxima semana un pedido de informe.
La existencia de pagos de dinero en negro en la bancada oficialista salió a la luz cuando una media docena de diputados peronistas –integrantes del llamado grupo Talcahuano– dio a conocer el intercambio epistolar sobre el caso que mantuvo con el titular del cuerpo, Eduardo Camaño, y el presidente de la bancada oficialista Humberto Roggero.
La afirmación de los legisladores obligó a los miembros de la conducción del oficialismo a buscar una respuesta rápida que se transformó en una desmentida a través de un comunicado de prensa. Niegan que esos fondos existan y sostienen que la “confusión” se basa en el dinero que cada bancada recibe de acuerdo con la cantidad de integrantes que tienen. De esa plata, según el comunicado, se rinde cuenta mensualmente. Sin embargo, los diputados denunciantes dicen que ese dinero no corresponde a esa partida. Es más, ayer el santafesino Julio Gutiérrez agregó desde su provincia un dato más: “Nos ofrecieron (el dinero) a miembros del grupo Talcahuano y hasta a algunos se la mandaron, quienes luego la devolvieron”.
El comunicado que emitió el bloque del PJ no lo dice, pero en el oficialismo hay quienes buscan con desesperación historias oscuras de los denunciantes para contrarrestar la sospecha que se cierne sobre sus cabezas.
Otros, en cambio, elaboran teorías conspirativas y aseguran que la denuncia no tiene otra intención que perjudicar el inminente comienzo del debate por el juicio político que, como es sabido, el justicialismo quiere rechazar para garantizar a los supremos la impunidad.
El que está que trina es Camaño. Ayer estuvo en la Cámara pero evitó mostrarse y se retiró temprano para no tener que responder consultas molestas de los periodistas acreditados en Diputados. De todas formas, el duhaldista ya decidió que la resolución de este conflicto recaerá en Roggero y el resto de los integrantes de la mesa de conducción.
Sin embargo, Camaño no podrá desentenderse del caso con una simple negativa como la que realizó cuando los Talcahuano le pidieron que confirme la existencia de esos dineros. Y no lo podrá hacer porque los radicales ya anunciaron que presentarán un pedido de informe sobre el caso. La iniciativa radical lo obligará a comenzar una investigación como la que le están exigiendo los legisladores del grupo Talcahuano desde hace meses.