EL PAíS › EL GOBIERNO PORTEñO LE SACó A UN COLEGIO EL PREDIO PARA DEPORTES Y LO ENTREGó AL MIJD

Una gentileza de Macri a Castells

Se trata de media manzana en la avenida San Juan, entre Paseo Colón y Azopardo. El Otto Krause lo usaba desde hacía 25 años como campo de deportes. Pero la actual gestión en la ciudad decidió quitárselo. Y lo cedió gratis por diez años al dirigente piquetero, para actividades sociales, deportivas y políticas.

 Por Eduardo Videla

Hasta mediados del año pasado, más de un millar de alumnos de la Escuela de Educación Técnica Otto Krause utilizaban un campo de deportes ubicado a cinco cuadras del establecimiento. Pero de un día para otro, el predio –media manzana ubicada sobre la avenida San Juan, entre Paseo Colón y Azopardo, pegada a la Autopista 25 de Mayo– apareció con sus paredes pintadas de amarillo, un cartel que indica que allí funciona una Escuela de Deportes, Artes y Oficios del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados y un enorme dibujo con el rostro del líder de esa agrupación, Raúl Castells. El dirigente piquetero confirmó a Página/12 que recibió “en comodato, por diez años” y sin obligación de pago el usufructo de ese valioso predio por parte del gobierno de Mauricio Macri, para desarrollar actividades sociales, comunitarias y políticas, aunque –según revelaron militantes de la agrupación– también se alquilan a terceros las canchas de fútbol como forma de solventar los gastos de mantenimiento. Lo que fue más difícil de confirmar es qué dependencia del gobierno porteño le otorgó el comodato a Castells, ni mediante qué instrumento legal. Página/12 indagó en cinco ministerios posiblemente involucrados en la concesión, pero en todos negaron tener responsabilidad en la misma. Sin embargo, al final de la pesquisa, un funcionario aseguró que el permiso de uso fue fruto de un acuerdo con el Ministerio de Justicia y Seguridad, una información que no pudo ser confirmada aún por los colaboradores del ministro Guillermo Montenegro.

Los docentes de educación física del Otto Krause reclamaron a mediados de 2008 por la pérdida del espacio que venían utilizando desde hacía 25 años, cuando el colegio recibió un permiso precario de uso por parte de la entonces Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. La presentación formal la hizo la Asociación Docentes de Educación Física (ADEF) ante la Defensoría del Pueblo, en junio del año pasado. En la nota, firmada por el presidente del gremio, Carlos Martínez, se denuncia que el predio mencionado “fue ocupado el día jueves 12 de junio por el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados liderado por el dirigente Raúl Castells”.

Según la presentación sindical, “las gestiones que realizaron los supervisores de Educación Física de Escuelas Medias” y las “encaradas por nuestra Asociación ante las autoridades del Ministerio de Educación fueron infructuosas, no obteniéndose al presente una solución que permita desalojar el predio y devolver el mismo a su uso habitual”.

–¿Por qué recuerdan los docentes que fue el 12 de junio el día de la ocupación? –le preguntó Página/12 al titular de ADEF.

–Porque fueron ese día a dar clase y vieron cómo entraba al lugar un grupo de personas con las banderas de la agrupación de Castells –respondió Martínez.

El entonces defensor adjunto, Gustavo Lesbegueris, redactó en agosto de 2008 sendos pedidos de informe dirigidos al Ministerio de Educación –bajo cuya órbita funciona el colegio Otto Krause– y a la empresa Autopistas Urbanas (AUSA) una sociedad anónima del Estado porteño de la que dependían todos los espacios públicos debajo de las autopistas y en su entorno. AUSA respondió en febrero de este año que, desde mayo de 2008, la administración de los predios en cuestión pasó a la órbita de la Dirección General de Concesiones, dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico. Por otra parte, “el Ministerio de Educación nunca contestó”, advirtió, ante una consulta de este diario, Gustavo Lesbegueris, que ya no es adjunto, pero trabaja en el área de Educación de la Defensoría.

El Otto Krausse es una tradicional escuela de educación técnica, ubicada en la avenida Paseo Colón, entre Chile y México, en el barrio de San Telmo, un viejo edificio que no cuenta con campo de deportes propio. Por eso, en 1983, la entonces municipalidad de la ciudad de Buenos Aires le otorgó al colegio un permiso de uso precario y gratuito por veinte años para la utilización del predio de San Juan y avenida Paseo Colón, con una superficie de unos 5000 metros cuadrados más vestuarios y otras instalaciones, para desarrollar actividades de educación física. El convenio, firmado por la Asociación Cooperadora del Otto Krause, fue convalidado por una ordenanza que aprobó entonces el Concejo Deliberante.

Lo cierto es que ese convenio se venció en 2003 y si bien durante cinco años ninguna dependencia del gobierno lo reclamó, tampoco desde el colegio o el Ministerio de Educación se ocuparon de solicitar su renovación. El lugar era demasiado codiciado como para pasar inadvertido durante mucho tiempo. Desde hace tiempo se veían en esa esquina, como una premonición, carteles y pintadas del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados. Hasta que, según relataron los docentes de educación física del Otto Krause, “la gente de Castells ingresó al predio el 12 de junio de 2008, cuando promediaba el segundo trimestre de la cursada”.

Castells, consultado por este diario, dijo que “hace cuatro años que ocupamos ese lugar y nos vienen a reprochar ahora, cuando faltan tres meses para las elecciones”. El dirigente atribuyó la denuncia de los profesores de educación física a “una campaña del kirchnerismo para sacarnos ese lugar”. Sin embargo, la denuncia data del año pasado y se renovó días atrás, con el comienzo del ciclo lectivo, ante la incertidumbre de docentes y alumnos sobre el espacio destinado a educación física.

“Recuperando” espacios

La versión de Castells sobre la ocupación del espacio hace cuatro años se contradice con la que brindó a este diario el director de Administración de Bienes de la ciudad, Javier Ibáñez, quien dijo que “hasta mediados del año pasado, cuando llegó Castells, el predio estaba abandonado, había pasto crecido en las canchas de fútbol, lo sé porque vivo a tres cuadras de ahí”.

En forma paralela a la ocupación del predio, el gobierno porteño apuró el trámite administrativo para dar por terminada la tenencia del predio por parte del Otto Krause. Así, mediante el decreto 1171 del 30 de septiembre de 2008, el jefe de gobierno, Mauricio Macri, dispuso la “desocupación” del predio por parte del colegio en virtud de tres argumentos vertidos en sus fundamentos: el vencimiento del permiso de uso, la situación de “semi abandono” del predio, y la existencia, en algún momento de esos veinte años, de un contrato de cesión por parte de la Cooperadora de la escuela a favor de Exposol SA, que habría explotado comercialmente las instalaciones.

El decreto deja en manos de la Dirección de Contaduría, que depende del Ministerio de Hacienda, la “recuperación” del predio. Algo abstracto, ya que para septiembre, cuando se publicó el decreto, el predio ya había sido “recuperado” por Castells.

Ante una consulta de este diario, voceros del Ministerio de Hacienda aseguraron que la Dirección de Contaduría no intervino en el caso sino que lo hizo la Administración de Bienes de la ciudad, a cargo de Javier Ibáñez. En efecto, Ibáñez confirmó a Página/12 que el desalojo del Otto Krause “no se llegó a hacer efectivo porque ya no lo estaban utilizando”. “Hacía diez años que no se usaba ese lugar”, dijo Ibáñez, contradiciendo la información brindada por la comunidad educativa del Otto Krause, el gremio docente y la Defensoría del Pueblo. “Además, la Cooperadora hizo su negocio: alquiló las canchas en vez de dedicar el lugar a una actividad social para los chicos”, dijo el funcionario.

Si bien reconoció que el predio, en su condición de bien del Estado, se encuentra bajo su órbita, Ibáñez no pudo responder en virtud de qué instrumento legal se le otorgó el permiso de uso a la agrupación de Castells. “Fue un acuerdo con el Ministerio de Justicia y Seguridad”, reveló el funcionario.

–¿Qué tiene que ver el Ministerio de Justicia y Seguridad con un predio que era usado por un colegio y adonde ahora se juegan partidos de fútbol? –le preguntó este diario.

–Habrán negociado con Castells sobre sus actividades sociales; puede haber voluntad del gobierno en apoyar una actividad que sea socialmente positiva.

“El gobierno (porteño) nos facilitó el lugar en comodato, después que dejamos el comedor de Puerto Madero”, comentó Castells a Página/12. “Nos dieron esto que estaba abandonado y lo hemos puesto en condiciones”, destacó el dirigente.

Lo cierto es que desde el 12 de junio de 2008, los alumnos del Otto Krause se quedaron sin lugar para las prácticas de Educación Física hasta que, después del receso de invierno, desde el Ministerio de Educación les asignaron cinco lugares, uno de los cuales estaba ubicado a unas 40 cuadras del colegio. Esta situación de incomodidad generó las protestas de los docentes.

Desde el Ministerio de Educación no se reclamó el predio perdido sino que, para el ciclo lectivo 2009, se asignaron tres lugares “dentro del radio de la escuela”, es decir, a 7, 9 y 11 cuadras, según confirmó a este diario una fuente de esa cartera.

Cambiando espacios

Ahora, un enorme retrato de Castells, en negro sobre fondo blanco, llama la atención de quien pase por Paseo Colón y San Juan. No le va en zaga el cartelón que anuncia que allí funciona la Escuela de Deportes, Artes y Oficios del MIJP. Página/12 visitó el lugar, donde un grupo de jóvenes se aprestaba a jugar un picado de Fútbol 5. Dos integrantes de la organización admitieron que las canchas se alquilan para poder financiar los gastos de mantenimiento del predio.

“Es llamativo que el Ministerio de Educación no haya contestado a dos pedidos de informes”, dijo ante una consulta de este diario Gustavo Lesbegueris, del Area de Derecho a la Educación de la Defensoría del Pueblo. “El ministerio debe una explicación fundada acerca de las causas que motivaron el cambio de permiso de uso del predio. Y nos preocupa que no se haya tomado en cuenta la opinión de las autoridades y docentes del establecimiento, o que se hubieran priorizado otros intereses por sobre los de los estudiantes del colegio”, enfatizó.

Para Carlos Martínez, del sindicato de docentes, “llama la atención que le otorguen ese lugar a Castells justo después de que ese dirigente apoyara a las entidades rurales en el conflicto con el Gobierno”. En efecto, el dirigente piquetero, que hasta el año pasado había protagonizado movilizaciones urbanas y cortes en calles porteñas, se alineó entonces con la oposición a la resolución 125.

“El problema del Otto Krause no es el único: hay muchas escuelas en la Ciudad que no tienen predio propio para educación física y los tienen que alquilar o usar en tenencia precaria; y muchos de ellos no están en buenas condiciones”, denunció Hugo Mariani, secretario gremial de ADEF. “Muchos dirigentes hablan de la inseguridad, del flagelo de la droga, pero a la hora de invertir en infraestructura se quedan sólo en palabras”, advirtió.

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El Movimiento de Castells usa el predio para sus fines, pero también alquila a terceros las canchas.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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