EL PAíS
Martí le exige a Mestre que se baje de la interna para gobernador
El senador Martí es el candidato mejor posicionado para ganar la gobernación de Córdoba. Pero aclara que sólo será candidato de la unidad, sin internas. Es un mensaje a Mestre.
El senador Rubén Martí condicionó ayer su eventual candidatura como gobernador de Córdoba a que “haya unidad monolítica” en el radicalismo de esa provincia. “No quiero ser candidato de una interna”, afirmó el ex intendente de la capital cordobesa y llamó a los radicales a trabajar por la unidad para que el partido no se divida en “pequeños internismos estériles”. Las elecciones en Córdoba están previstas para junio próximo y si bien Martí figura en las encuestas como el dirigente mejor posicionado del distrito, no es el único candidato que asoma en la UCR: en el otro rincón se está preparando también el ex gobernador Ramón Mestre.
“Primero tengo que ver que haya unidad partidaria y que busquemos los mejores hombres”, contestó Martí ante la pregunta de si ya tenía resuelto postularse para la sucesión de José Manuel de la Sota en la gobernación cordobesa. Al respecto agregó que “hoy no podría responder que sí o que no”, aunque adelantó que “en poco tiempo” tomará una decisión en ese sentido.
Las declaraciones que Martí realizó a Radio Universidad de Córdoba no sólo constituyen en final de un largo silencio que se había autoimpuesto, sino también un claro mensaje a sus correligionarios –y en particular a Mestre– acerca de cuáles son sus condiciones para encabezar la boleta del radicalismo en las elecciones de junio próximo.
Dos veces intendente de Córdoba capital, el actual senador es el dirigente mejor conceptuado por los cordobeses. Una encuesta realizada por la consultora provincial Delfos a fines del mes pasado lo ubicó con una imagen positiva del orden del 60 por ciento.
Los principales dirigentes del radicalismo cordobés conversaron, en un principio, en el sentido de designar al candidato a gobernador sobre la base de la performance que cada uno reflejara en las encuestas. Mestre, incluso, dejó trascender que resignaría su candidatura en el caso de que Martí decidiera postularse. Sin embargo, los hombres que rodean al senador desconfían de que el ex mandatario provincial y ex ministro del Interior de Fernando de la Rúa cumpla finalmente con su palabra. “La verdad –destacan– es que Mestre viene caminando la provincia desde hace tiempo.”
“Eso ha trascendido, pero no solamente es Mestre, no sólo es la candidatura a gobernador, son todos los candidatos a intendentes, a concejales, a legisladores. El partido tiene que estar unido monolíticamente para poder ganar viniendo desde el llano”, admitió Martí.
A Martí tampoco lo convence la puja que se ha desatado en torno de la candidatura a intendente de la capital cordobesa. En esa nómina ya hay anotados varios dirigentes de distintas líneas internas. Es que ese lugar se ha vuelto apetecible en virtud de los serios cuestionamientos y las denuncias de corrupción que arrecian sobre la gestión del actual jefe comunal Germán Kamerath, cuya imagen negativa supera el 82 por ciento. “Si se postula mi mamá también gana”, grafican los colaboradores de Martí para explicar la razón de la interna rodea la designación del candidato a intendente.
De todos modos, más allá de las internas a las que los radicales son tan afectos, Martí tiene –según sus hombres de confianza– otros motivos que lo hacen dudar de postularse a la gobernación. “La provincia –explicó uno de ellos a Página/12– está en la lona y no es demasiado lo que se puede hacer. Rubén no tiene muchas ganas de gobernar sólo para pagar los sueldos a fin de mes y por eso quiere esperar a ver quién puede llegar a ser Presidente y en qué medida se pueden cumplir los pactos fiscales firmados entre la nación y las provincias.”
En caso de no ir por la gobernación, Martí ya aclaró que no volverá a la intendencia de la capital provincial: “Nunca segundas partes fueron buenas”, expresó.