Otros seis gobernadores pasarán la semana que viene por el despacho de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la ronda de diálogo que comenzó el martes pasado con Mauricio Macri. Los invitados son Daniel Scioli (Buenos Aires), Miguel Saiz (Río Negro), Maurice Closs (Misiones), Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca), Sergio Urribarri (Entre Ríos) y Arturo Colombi (Corrientes). Paralelamente, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, continuará con el diálogo con los partidos políticos, que en este capítulo estará destinado a los partidos de centroizquierda, entre ellos Nuevo Encuentro, del diputado electo Martín Sabbatella.

El cronograma de la reuniones que mantendrá la Presidenta quedó definido anoche y según pudo saber Página/12, para el lunes a las 18 fue citado Scioli y a las 19, Saiz. El gobernador bonaerense preside el Partido Justicialista desde la renuncia de Néstor Kirchner luego de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. A partir de ese momento comenzó a encarar un camino propio, aún sin renegar de su condición de oficialista. El radical Saiz, en tanto, es un aliado del Gobierno, que el 28 de junio perdió las elecciones frente al PJ que lidera el kirchnerista Miguel Pichetto.

El miércoles a las 19 será el turno del kirchnerista Closs y una hora después verá a la Presidenta el radical Brizuela del Moral. Para el jueves fueron citados los litoraleños Urribarri y Colombi.

Como ocurrió la semana pasada, para cada día fueron convocados un oficialista y un opositor. En el caso de Saiz no puede considerárselo de eso modo, ya que es uno de los dos gobernadores radicales K, junto al santiagueño Gerardo Zamora. Los otros que arrancaron al lado de la Presidenta en 2007 como radicales K y se fueron cuando el vicepresidente Julio Cobos se pasó a la oposición, también se verán con su ex socia en la segunda semana de diálogo: Brizuela del Moral y Colombi.

La semana pasada la Presidenta había recibido sucesivamente a Macri, Jorge Capitanich (Chaco), Hermes Binner (Santa Fe) y Juan Manuel Urtubey (Salta), que le dejaron una larga lista con distintos pedidos.

Para Randazzo la agenda del diálogo político con los partidos no está tan clara en cuanto a días y horarios, pero según le contaron fuentes oficiales a este diario, los convocados serán los partidos progresistas con representación parlamentaria. Allí estará Sabbatella, como figura emergente de ese espacio después de las últimas elecciones, junto a los diputados Eduardo Macaluse y Carlos Raimundi, de Solidaridad e Igualdad (SI), que en los comicios fueron aliados con el ex intendente de Morón. También esta semana no se sabe si el mismo día o no podrían entrevistarse con Randazzo los socialistas de Encuentro Popular Ariel Basteiro, Jorge Rivas y Oscar González.

En principio, el Gobierno tenía previsto convocar para esta semana al diputado electo de Proyecto Sur Pino Solanas, pero como el cineasta no podía porque estaría de vacaciones el encuentro con Randazzo quedará para más adelante.

Además de presentarles los lineamientos de la reforma política que propone el Gobierno, el ministro escuchará las propuestas que traigan sus interlocutores porque la reunión es a temario abierto. En la Casa Rosada creen que con este grupo de partidos será más fácil consensuar temas puedan llegar a tener tratamiento parlamentario.

En el tema que lleva como ariete el Gobierno –la reforma política–, las fuentes consultadas por este diario mostraron un cierto pesimismo en lograr acuerdos sobre la cuestión. Por ejemplo, las dos principales fuerzas de la oposición con las que dialogaron la semana pasada ya les anticiparon que no están de acuerdo con las internas abiertas y simultáneas. A su vez, la propuesta de la oposición de implementar la boleta única en las elecciones tampoco es viable para el Gobierno. “Eso sólo sería posible en distritos con pocos candidatos, porque en la lista única tienen que aparecer todos los candidatos para que la gente sepa a quién vota y eso en los distritos grandes es materialmente imposible”, dijeron las fuentes.

Tampoco es un tema sencillo de acordar la implementación del voto electrónico que proponen sectores de la oposición. Ese sistema también tiene adeptos y detractores en el Gobierno. Una objeción práctica es que deberían cambiar el sistema todas las provincias, porque, por ejemplo, sería un desquicio votar el mismo día cargos nacionales con voto electrónico y cargos provinciales con boletas y urnas. Pero el cuestionamiento de fondo es que el sistema es menos transparente que el actual porque hay menos controles.

Quizá se logre llegar a un proyecto en común en torno del financiamiento de las campañas electorales, que facilite una participación más igualitaria para los partidos más pequeños y con menos poder económico.

El balance para el Gobierno sobre la primera semana de diálogo fue “muy bueno”, según un importante funcionario de la Casa Rosada. “La verdad que tantos los dirigentes de los partidos como los gobernadores hicieron planteos lógicos, con un tono razonable, moderado. La verdad que vinieron bien dispuestos a sentarse a hablar.”