Tres de los cinco diputados peronistas entrerrianos decidieron romper con el bloque kirchnerista en la Cámara baja. Alineados con el ex gobernador Jorge Busti, los legisladores María Cristina Cremer de Busti, María de los Angeles Petit y Gustavo Zavallo anunciarán hoy la conformación de su propio bloque legislativo y el alejamiento definitivo del oficialismo parlamentario, tras varios amagues de ruptura e igual cantidad de retrocesos desde el inicio del conflicto con las entidades rurales por la resolución 125. Las deserciones –que también oficializaría el ya distanciado cordobés Arturo Heredia– debilitarán aún más a la disminuida bancada K en Diputados.

Al compás del vaivén de los reacomodamientos en la interna pejotista tras la derrota electoral de junio, los legisladores entrerrianos concretarán hoy lo que en más de una oportunidad habían anunciado pero también desmentido: la ruptura con el kirchnerismo en el Congreso. Aunque los seguidores de Busti no arrastrarán a todos los diputados peronistas de esa provincia, pero sí a quienes tienen mandato más allá del 10 de diciembre.

Así, la esposa del ex gobernador, Cremer de Busti –que tenía mandato hasta 2011 pero que lo “renovó” antes de tiempo por cuatro años por lo que seguirá hasta el 2013–, más Zavallo y Petit pasarán a militar en el peronismo disidente con bloque propio. En cambio, Nelio Calza y Raúl Solanas seguirán en las filas del Frente para la Victoria hasta que culminen sus mandatos en diciembre. Pero después del recambio legislativo, con la asunción del otro diputado del PJ electo este año y del legislador que completará el mandato de Cremer hasta 2011, Busti controlará a todos los representantes del peronismo de Entre Ríos en Diputados.

Sin embargo, Busti tendrá que esperar otros movimientos dentro del justicialismo para ver si puede completar la estrategia política que se había trazado antes de junio. El entrerriano y el gobernador cordobés Juan Schiaretti habían apostado su futuro político a la suerte electoral de Carlos Reutemann y a la candidatura presidencial del santafesino. Hasta habían imaginado un bloque conjunto que uniera a la tríada provincial en el Parlamento tras las elecciones.

Pero no estaba en sus cálculos el ajustadísimo triunfo del ex piloto en Santa Fe que ahora lo hace cavilar sobre su futuro (ver página 8). Mucho menos las derrotas en sus respectivos distritos, donde Busti salió segundo y Schiaretti tercero. La caída electoral también le quitó aire a la rebeldía de Busti y hasta su propia mujer había desmentido hace apenas unas semanas atrás la ruptura que concretarán hoy por la tarde.

A diferencia de Busti, Schiaretti no controla a su representación legislativa. El gobernador de Córdoba había logrado encolumnar a los diputados peronistas de su provincia sólo con los reclamos ruralistas. Pero la mayoría de ellos se sumó luego al disidente bloque Unión Peronista que formó Felipe Solá y que preside el cobista mendocino Enrique Thomas.

Ahora, Heredia, otro cordobés díscolo –que votó en contra de la resolución 125 pero que se mantuvo dentro de la bancada K– también emigrará del oficialismo, aunque todavía con destino incierto.

Los voceros del bloque oficialista definieron las deserciones como “la crónica de una muerte anunciada”. Hacía tiempo que no podían contar a los diputados entrerrianos como tropa propia, aun mientras ratificaban su pertenencia al oficialista Frente para la Victoria. Mucho menos tras las reiteradas amenazas de fractura que hacían circular frente a cada proyecto controvertido que se debatía en el Congreso.

El recuento oficialista será el martes de la semana próxima, cuando las autoridades del Frente para la Victoria reúnan a sus diputados para trazar la estrategia para lo que queda del año parlamentario, con una agenda legislativa que pondrá a prueba la capacidad negociadora del kirchnerismo en temas como facultades delegadas o superpoderes, emergencia económica e impuesto al cheque. Leyes que se ratificaban año a año con una mayoría parlamentaria que el oficialismo ahora ya no cuenta.