Después de que el gobernador bonaerense Daniel Scioli se retiró sin hacer declaraciones de la Casa Rosada, donde había mantenido una reunión de más de una hora con la presidenta Cristina Kirchner en el marco de la ronda de diálogo con los jefes provinciales, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo: “No hablamos del tema del campo”. La afirmación hizo pensar en algún grado de tensión, ya que los trascendidos indicaban que era un asunto que Scioli quería tocar en su charla con la Presidenta. Pero luego el propio gobernador disipó los pronósticos de nubarrones en su relación con el Gobierno, cuando, en declaraciones televisivas, dijo lo mismo que el jefe de Gabinete.

Si bien era razonable suponer que Scioli no se transformaría en un portavoz de las cámaras agropecuarias, tampoco era descabellado que el tema estuviera en la agenda luego de su visita a la exposición de la Sociedad Rural el fin de semana. Sin embargo, Scioli fue tajante: “No soy intermediario ni mensajero entre el Gobierno y el campo”, dijo.

“En la charla se habló de varios temas, pero no le planteó temas del campo. El gobernador es consciente de que nosotros hemos citado a los presidentes de las cuatro entidades. El viernes vamos a escuchar sus planteos y les vamos a dar a conocer cuál es nuestra visión. Vamos a escuchar y ser escuchados”, sostuvo el jefe de Gabinete.

En la misma línea, Scioli afirmó que tiene “expectativas y confianza” por la reunión del viernes entre las cámaras agropecuarias y el Gobierno y dijo que entre los temas a resolver son los de “la carne, los tambos y el trigo y tienen que ver con la coyuntura de la sequía”. Y agregó: “Los tamberos, los pequeños productores pueden contar conmigo”.

Las coincidencias en las declaraciones no implican, de todos modos, que en la reunión haya habido alguna disonancia, en particular sobre qué informar al respecto. La intención de Scioli de tomar la iniciativa en el tema –visita a la Rural incluida– fue dinamitada ayer por el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, quien descalificó con dureza al gobernador –“¿Recién hoy le vas a explicar a la Presidenta?”, lo fustigó– e incluso volvió a poner condiciones al diálogo con el Gobierno. De todos modos, el gobernador habría sido partidario de mostrarse soslayando esas críticas (aunque sin nombrarlo pidió que Buzzi se dé “un baño de humildad”) y que el tema agropecuario estuviera en la agenda pública de la reunión. Finalmente hubo acuerdo. Aníbal Fernández dio la conferencia de prensa y Scioli lo refrendó en declaraciones posteriores.

Pero hubo otros temas que llevaron más tiempo de conversación entre la Presidenta y Scioli. El principal fue el del déficit de la provincia de Buenos Aires estimado en cerca de cinco mil millones de pesos. “Todas las provincias le deben al Estado nacional”, dijo al respecto Fernández en su conferencia de prensa. Y precisó que el Estado nacional invirtió en la provincia, desde enero de 2008, 16.068 millones de pesos y que el distrito le debe a la Nación 30.352 millones.

El jefe de Gabinete contó que Scioli “hizo alusión a la situación económica de la provincia, pero que se habló del tema macro”. Y agregó que no se ahondó en la ayuda financiera a la provincia. Fernández dijo que ese tema estará en manos “del ministro de Economía y en las mías”.

También detalló que “las relaciones con cada provincia son distintas por deudas con organismos internacionales de crédito, por lo que se conoce como CUM, el dinero invertido por el Estado para recuperar las cuasimonedas y por lo que se conoce como bono del Bogar, que se hizo en 2002 para recuperar las deudas de las provincias”.

“La relación inevitablemente pasa, cuando comienza una conversación criteriosa y responsable, por saber la situación en la que se encuentran cada una de las provincias respecto al Estado Nacional”, sostuvo. También destacó que “lo importante de lo analizado eran los números que nos interesaban y la relación financiera” que podía tener cada una de las provincias”.

Fernández agregó además que en la reunión se repasaron “las obras en marcha en la provincia de Buenos Aires y la que estaban pendientes”, porque, dijo, para el Gobierno “es primordial la obra como sostenimiento de la mano de obra y de la necesidad de generación de trabajo genuino”.

Por último, el jefe de Gabinete aseguró que en la reunión se habló “de temas partidarios” al responder una consulta de periodistas, que ése podría haber sido un tópico de la charla teniendo en cuenta que Scioli preside el partido gobernante. En rigor, el diálogo con los partidos políticos está en manos del ministro de Interior, Florencio Randazzo, que próximamente convocará a Scioli.