Martes, 18 de agosto de 2009 | Hoy
EL PAíS › CARRIó BUSCA DIFERENCIARSE DE COBOS Y ORGANIZAR COMO PARTIDO A LA COALICIóN CíVICA
Tras el resultado electoral, Elisa Carrió reconoce que no logró asumir el rol de conductora de la oposición y en su entorno algunos admiten que quizá nunca sea presidenta. El pase a la provincia y las diferencias dentro de la CC.
Por Sebastian Abrevaya
“Yo pude conducir a la oposición pero a mí me quitaron ese rol. Me lo quitó la Capital Federal cuando me dejó tercera, me lo quitaron los diarios, me lo quitó el establishment.” La contundente declaración de Elisa Carrió pasó inadvertida la semana pasada, cuando en un estudio de televisión la líder de la Coalición Cívica se deshacía en cuestionamientos al Gobierno y a su principal competidor dentro del Acuerdo Cívico y Social, Julio Cobos. Pero se trató de la primera autocrítica pública que hizo la chaqueña desde su derrota en la ciudad de Buenos Aires. Y mientras en su entorno más íntimo ya empiezan a considerar la posibilidad de que Lilita nunca sea presidenta, por estos días empezó a poner en marcha su estrategia para recuperar aquel rol perdido el 28 de junio.
Después de las elecciones, Carrió se encontró con dos frentes abiertos que deberá combatir al mismo tiempo. Por un lado, el conflicto interno de la Coalición Cívica, agrietada hace tiempo pero cuyo máxima crisis se desencadenó a partir de las diferencias con Margarita Stolbizer por el diálogo con el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Por otro, la relación con sus socios radicales y socialistas en el marco de la competencia con Cobos por el liderazgo del Acuerdo Cívico y Social.
Durante su estadía en Disney, trascendió que Lilita decidió mudarse a la provincia de Buenos Aires para militar en el distrito más poblado del país. Cerca suyo aseguran que “la composición del votante de Carrió cambió” y por eso se trasladará a Vicente López para capitalizar esa supuesta ventaja. De todas maneras, la líder de la CC descarta competir por la gobernación y busca consolidar y proyectar desde allí sus aspiraciones presidenciales. Pese a los conflictos que eso le trae con su socia bonaerense, Stolbizer, y al voto de los porteños, que la eligieron para representarlos en el Congreso por cuatro años.
Al volver de sus vacaciones, Lilita mantuvo un encuentro de dos horas con su delfín Adrián Pérez y con el peronista Gerardo Conte Grand para analizar la estrategia a futuro. En días sucesivos, Carrió encabezó dos reuniones con la conducción del ARI, en la que consensuaron una propuesta para frenar la sangría interna: convertir a la Coalición Cívica en un partido político, fusionando todas las estructuras locales dentro de un nuevo esquema, basado en la extensión territorial del ARI.
El presidente del ARI bonaerense, Horacio Piemonte, anticipó que llevarán el proyecto a la reunión de hoy de la Mesa Nacional de la CC, donde empezará un debate formal entre los espacios. La idea es iniciar en un período de transición y lograr el normal funcionamiento de la nueva CC en aproximadamente seis meses. Según el diputado electo, el ARI estaría dispuesto a cambiar su nombre y su estatuto y luego convocar a elecciones de autoridades nacionales y provinciales. “Si nosotros como ARI, que tenemos una construcción histórica, estamos dispuestos a dar este paso, el GEN, que es un partido provincial, no puede plantear inconvenientes”, sostuvo Piemonte, anticipándose a las objeciones de los “margaritos”.
Aunque no dieron por terminado el tema, en el entorno de Stolbizer deslizaron que será muy difícil que se sumen a esa iniciativa ya que vienen trabajando en sentido opuesto, buscando la personería del GEN a nivel nacional. La jugada del ARI no es inocente, Lilita conoce a su socia y sabe que si avanza sería la ruptura definitiva de la relación entre ambas. Por el momento, la unidad de la CC depende del futuro de este proyecto y, a menos que exista una negociación previa, la separación se vuelve inevitable.
“Es una respuesta a los reclamos de mayor institucionalidad. Lo vamos a poner en estudio”, dijo en tono positivo la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich, cuando Página/12 le preguntó si está dispuesta a disolver su partido para integrarse a la nueva estructura. Bullrich no parece del todo convencida a entregar su cuota de poder y diluirse en un colectivo más amplio. Pero no es menor la posibilidad de dejar afuera a una de sus adversarias internas. El punto clave será la forma en que distribuirán el poder de la renovada CC.
Mientras Cobos y Carrió se cruzan públicamente y a través de terceros, la UCR conducida por Gerardo Morales trata de mediar en la pelea pero también debe lidiar con sus propios conflictos internos. El socialismo mira desde afuera, aunque se inclina más por la moderación del vice que por la desmesura de la chaqueña.
En ese contexto, Lilita parece aferrarse en la frase bíblica “a los tibios los vomita Dios” y elige radicalizar su postura frente al gobierno nacional. Su estrategia es no correrse un centímetro de su lugar de opositora acérrima, lo cual la convierte en una opción diferente al vicepresidente. Se trata de una apuesta a la intransigencia que le traerá beneficios en tanto al kirchnerismo le vaya mal.
Hasta que no adviertan que tienen un nuevo impulso de cara al 2011, en la CC prefieren postergar la discusión por las candidaturas. “No vamos a adelantar el debate sobre las presidenciales porque si la política se pone a discutir eso cuando tenemos un poder decidido a seguir golpeando a la sociedad nos distraemos y estamos siendo funcionales”, argumentó Bullrich. Pero por más que intenten postergar la discusión, el horizonte se mantiene en el mismo lugar: “Mi máxima aspiración –confesó Conte Grand– es que Carrió tenga el éxito de Lula da Silva, pero si no, que tenga el de Líber Seregni, que no llegó pero fue uno de los fundadores del Frente Amplio, que después llegó al poder”.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.